El emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, ha reafirmado este martes por la noche en Madrid la confianza de su país “en la solidez de la economía española” y ha anunciado que las inversiones qataríes en España aumentarán en 4.720 millones de euros.
Dentro de esta gran inversión hay un punto contradictorio para la estrategia de descarbonización y que podría jugarle en contra a la electrificación del transporte: el suministro de gas de parte de Qatar a España aumentará en estos años.
La venta de coches a gas venía en baja desde principio de año y más acentuada aún cuando Rusia invadió a Ucrania y el precio de este combustible creció. A la par, el coche eléctrico estaba ganando una gran porción del mercado.
Por ejemplo, en el mes de marzo las ventas de coches a gas en España habían contabilizado solo un total de 1.117 unidades, lo que suponía una notable caída del 39,85% en relación al mismo periodo de tiempo del año anterior.
Por otro lado, ese mes el 32,4% de las matriculaciones eran de vehículos eléctricos, con un mercado que crecía a ritmos acelerados.
Ahora, el Gobierno está “vivamente interesado en afianzar sus relaciones, a todos los niveles, con el pequeño país del Golfo Pérsico”, el que es el segundo exportador de gas mundial tras Estados Unidos.
La guerra de Ucrania agravó la crisis energética y encendió alarmas por la dependencia del gas ruso. Esto iba a suponer un cambio de perspectiva cuando varios países, incluido España, anunciaron grandes planes para energías renovables.
“Las energías renovables y la movilidad eléctrica se presentan como las opciones más viables para obtener un objetivo común: la soberanía energética”, así lo planteaba Ramón Fiestas, presidente de la Global Wind Energy Council (GWEC) para Latinoamérica en una entrevista con Portal Movilidad España.
Fiestas pedía una “electrificación a tope” para que el papel del gas lo tomé esta fuente de energía. Para esto, las energías renovables son tecnologías aparecen como opción para reemplazar el gas.
No solo se las introducen en los sistemas eléctricos y reemplazan las centrales de combustión, sino que son la solución para la generación distribuida.
En este punto, es donde también “es importante que se genere un impulso de las políticas orientadas para el despliegue de la generación distribuida”, comentaba Fiestas.
Es allí donde comenzaba a haber una mayor inquietud para acelerar todos los planteamientos relacionados con la electrificación y la movilidad eléctrica.
Pero con esta inversión, Qatar, que tiene una capacidad de producción actual de 77 millones de toneladas métricas de gas, tiene intención de llegar hasta los 110 millones de toneladas en 2024.
Es decir, con la “asociación estratégica”, las posibilidades de que aumenten los flujos de inversión «se multiplican exponencialmente».
Además, a España le interesa aumentar la importación de gas qatarí (aunque nuestra dependencia de Rusia sea muy poco relevante) y que el mix esté diversificado, “para no estar sujetos a un solo país”.
Qatar ya es un importante inversor en España, tiene un stock acumulado de más de 6.000 millones, y presencia en importantes empresas, como Iberdrola.
La renovación con Iberdrola
El fondo soberano Qatar Investment Authority (QIA) ha comunicado a la CNMV que controla un 8,694% del grupo Iberdrola. La participación era conocida en virtud de que así lo recogía la compañía eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán en su informe de Gobierno Corporativo.
Si bien formalmente no estaba comunicada al ente vigilante de los mercados, que en sus registros tenía contabilizado hasta ahora un 6,16%.
El fondo, además de actualizar esta participación que le identifica como primer accionista de la multinacional, ha comunicado que ha cambiado de holding tenedor la propiedad de los títulos de la empresa española.
Hasta ahora estaban depositados bajo el control de la filial Qatar Holding Luxembourg y el porcentaje en cuestión ha sido transferido a la entidad Qatar Holding LLC.