Las solicitudes de ayudas públicas dirigidas a la descarbonización de las flotas de camiones y autobuses, conocidas como Moves MITMA, concluyeron el pasado 30 de abril.
Si bien desde la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) prefieren no especular sobre fechas, señalan que el Ministerio ha trasladado su intención de poner en marcha otra partida de incentivos “lo antes posible”.
Así lo afirma Arturo Pérez de Lucía González, General Manager de la patronal en un exclusivo “mano a mano”.
“Nos hemos reunido con el Ministerio de Transportes y el objetivo es lanzar un nuevo plan que mejore las condiciones del anterior en la medida de lo posible”, asegura en este sentido.
¿Cuáles son las mejoras que espera observar?
A pesar de que la subvención se implementó en un momento de incertidumbre tecnológica en relación con los camiones y autobuses eléctricos, “ha tenido éxito”.
En concreto, el Moves MITMA, que inicialmente contaba con un presupuesto de 400 millones de euros, ha subvencionado la adquisición de 1.535 autobuses y 688 camiones eléctricos.
Las peticiones para achatarrar vehículos pesados ascienden a 256,8 millones de euros.
Mientras tanto, las destinadas a la compra de automóviles de bajas emisiones suman 214 millones de euros.
“Hemos solicitado que ese achatarramiento esté vinculado a la adquisición de unidades 100% eléctricas, ya que es lo que tiene sentido desde el punto de vista de la descarbonización”, enfatiza Pérez de Lucía González.
De igual manera, recientemente, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, ha adelantado durante su intervención en el Fórum Nueva Economía que el Gobierno tiene la intención de renovar el Moves MITMA.
Aquí, la conversación con Mobility Portal España y el General Manager de AEDIVE completa:
¿Cuál será el futuro del Moves MITMA?
Sabemos que el Ministerio está trabajando en un plan que sea lo más ambicioso e interesante posible, pero es apresurado afirmar una fecha concreta.
Y el Plan Moves III finaliza el próximo 31 de julio… ¿Hay indicios de que continúe?
Somos conscientes de que la administración pública está trabajando en el lanzamiento de un nuevo plan de incentivos que mejore las condiciones respecto a los anteriores, incluso en lo que respecta a la celeridad en la recepción de las ayudas.
En este momento, debemos centrarnos en intentar agotar todos los fondos de la tercera edición, que todavía dispone de recursos para las Comunidades Autónomas que así lo soliciten.
Las ayudas acaban a finales de julio, por lo que todavía tenemos tiempo para perfilar y definir un plan que comience a partir de agosto.
¿Ya hay propuestas en vista?
El objetivo es que los incentivos se reciban al momento de la compra del vehículo eléctrico y que no haya retrasos, como ocurre en mercados como Portugal, donde tienen un sistema de recompensa inmediata.
Ese es el camino hacia el que debemos avanzar.
¿Esto está relacionado con la caída de matriculaciones?
En parte, sí, pero también estamos viviendo un momento coyuntural en el que esta disminución también afecta a las ventas de coches de combustible, de manera aún más acentuada que en el caso de los eléctricos.
Por lo tanto, se trata de una caída generalizada en el sector de la automoción que no se limita solo a los automóviles electrificados.
En el sector de recarga ocurrió lo contrario, ¿qué está pasando allí?
En primer lugar, se ha avanzado en el grupo de trabajo de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos establecido por la Secretaría de Estado de Energía.
Esto ha permitido minimizar algunos problemas y mejorar en ciertos aspectos.
Luego, los operadores de puntos de recarga también han ido adquiriendo experiencia y capacidad en la entrega de toda la documentación necesaria para gestionar las infraestructuras, lo que contribuye a acelerar el proceso de instalación.
Y con respecto a la distribución de los cargadores, ¿es equitativa?
En mi opinión, sí lo es.
Gracias a la red de recarga de alta potencia que tenemos, actualmente es posible viajar por toda España con un vehículo eléctrico.
Además, el desarrollo de la carga de oportunidad en entornos urbanos y periurbanos también está avanzando.
Aunque aún existen algunas zonas de sombra que hay que seguir trabajando, esto no significa que la movilidad eléctrica no sea una solución viable.
¿Cuáles son las perspectivas para este año?
La infraestructura de recarga debe crecer en paralelo al aumento del parque de vehículos eléctricos.
Actualmente, el desarrollo de la red de recarga está por delante, dado que tenemos una tasa de utilización media del 6,3%, lo que indica que gran parte del tiempo los cargadores permanecen sin utilizarse.
¿Qué señales espera AEDIVE por parte de la Administración?
Tenemos una oportunidad única en España, de hacer una transformación que nos convertirá en más resilientes y nos permitirá ahorrar y ser mucho más eficientes energéticamente.
Considero que esto debe entenderse tanto desde las administraciones como desde las empresas, ya que contamos con un ecosistema que debemos potenciar.