Alicante se prepara para implantar la movilidad eléctrica en el servicio de transporte público de autobús con el desarrollo de los compromisos regulados en la nueva contrata adjudicada a la UTE Movilidad Inteligente de Alicante (MIA) en diciembre de 2022.
Entre esos compromisos se incluía la renovación de la flota de vehículos con la condición de que 23 de ellos fuesen 100% eléctricos, además de otros 20 con un sistema de motorización híbrido.
Estos últimos se incorporaron al funcionamiento diario desde el pasado mes de noviembre.
Y está previsto que 16 de los 23 nuevos autobuses enchufables entren en servicio de forma gradual a partir del próximo 25 de marzo, después de que los fabricantes formalizasen su entrega hace varias semanas.
Lo cierto es que el primero de ellos también entró en funcionamiento el pasado otoño, después de que se testase su capacidad durante una operativa real. Y se prevé que el resto de unidades pendientes (otras cinco) queden a disposición del Ayuntamiento en los próximos meses.
Por lo pronto, la adquisición de los 16 nuevos vehículos 100% eléctricos ha supuesto ya un desembolso de más de 9 millones. Y, según fuentes consultadas, su puesta en funcionamiento se hará coincidir con la implantación de la estación de carga incorporada en las cocheras adscritas al servicio, ahora de propiedad municipal al completarse el proceso de reversión con motivo de la extinción del contrato precedente.
La compra de parte de esos autobuses y la implantación de su estación de carga forma parte del proyecto de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Alicante, cofinanciado por la Unión Europea con una subvención global de 15 millones. En concreto, esas dos líneas cuentan con un aportación de 2,5 millones por lo que respecta a la compra de vehículos, a los que se suman otros 1,5 millones para su punto de carga.
La inversión en la compra de esos vehículos de cero emisiones se añade al desembolso de 8,5 millones correspondiente a la compra de los 20 autobuses híbridos, con lo que la incorporación de la nueva contrata habría supuesto ya el despliegue de un gasto de 17,5 millones en la renovación de la flota. El objetivo establecido en el pliego de condiciones apunta a la adquisición de un total de 73 nuevos autobuses, de modo que se pueda disponer de un total de 101 al término de los diez años de duración del contrato.