La fábrica más grande de Europa para la reparación de baterías de vehículos eléctricos abrirá, dentro de apenas un mes, en Alicante.
De la mano de GDV Mobility, este centro conseguirá reparar en un tiempo récord cualquier tipo de batería de ion litio, cerrando el círculo de producción y dando un paso más hacia la sostenibilidad.
El reciclaje y gestión de baterías de vehículos eléctricos, desde patinetes y movilidad personal hasta turismos, ha sido un interrogante que todos los fabricantes y actores de la cadena de producción se han planteado desde que los VE fueron una realidad.
Gracias a su experiencia en el sector, GDV Mobility asegura que, en esta fábrica sita en el Levante español, las baterías dañadas que lleguen a sus instalaciones podrán recomponerse en apenas 72 horas.
Hasta ahora, el éxito de reparación ha alcanzado el 90% de las pilas que han pasado por sus manos y que no son pocas.
Las estimaciones hablan de una capacidad de reparación de medio millón de baterías al año en cuanto la fábrica se ponga en marcha.
La fecha escogida, en la que se espera que las instalaciones estén listas para funcionar, será este mismo mes de noviembre de 2022.
Una vez se empiece a trabajar, se buscará alcanzar buenos niveles de producción que le permitan ampliarla.
El futuro de GDV pasa por el I+D+I, por estar presentes y desarrollar modelos de investigación para poder mejorar el sector de la movilidad eléctrica, y que esta sea accesible y económica para todos.
Cerrar el círculo con beneficios económicos
Con la inauguración de esta planta, GDV Mobility quiere ofrecer a las marcas y fabricantes la posibilidad de cerrar el círculo vital de las baterías de vehículo eléctrico.
Esto, dándoles una segunda vida y avanzando en la línea de la movilidad sostenible no solo en el sentido de la reducción de emisiones, sino en el cierre del círculo de todo el proceso de producción.
La producción de las baterías de ion litio se ha llevado a cabo de forma lineal, según explican desde GDV, lo que hacía imposible el cierre de este círculo.
Una vez reparadas las baterías, desde la fábrica se otorgará un certificado a los clientes asegurándoles que estas vuelven al mercado o que se destinan a las compañías recicladoras.
Además del beneficio para el medioambiente, también se prevén ventajas económicas. Con este proceso de reparación, GDV Mobility conseguirá aumentar la seguridad y fiabilidad de los servicios con una reducción de costes de entre el 50% y el 80% (según el tipo de vehículo).
Las tasas de garantías de reparación descienden de un 35% a un 1,2%, igualmente, según informó 20 Minutos.