Avere-France, en colaboración con la Unión Francesa de Electricidad (UFE) , el Consejo Internacional de Transportes Limpios (ICCT), el Instituto de Movilidad en Transición, y Transport & Environment(T&E) , publicó un documento práctico que responde a las preguntas más frecuentes sobre vehículos pesados.
Según las estimaciones de la asociación, será necesario instalar entre 45.000 y 60.000 puntos de carga para camiones y unidades comerciales ligeras de aquí a 2025 para apoyar la transición.
Estas estaciones deberían ubicarse en almacenes, aunque también será necesario ampliarlas en vías principales, centros logísticos y espacios públicos.
Además, cabe mencionar que la electrificación del transporte interregional y de los trayectos superiores a 200 kilómetros dependerá del desarrollo de infraestructuras de carga a lo largo de las rutas y en los destinos.
Avere-France indica que la expansión de la red de carga en los próximos años estará impulsada por acciones públicas respaldadas por la regulación europea, así como por iniciativas de fabricantes y empresas de autopistas.
Cabe destacar que las primeras estaciones de Megawatt Charging System (MCS) se instalarán en Europa a partir de 2024, para los primeros camiones de largo recorrido equipados con el sistema, con el objetivo de cargar diez kilómetros de autonomía por minuto, equivalentes a 450 kilómetros en 45 minutos.
Los primeros prototipos ya han comenzado.
Por ejemplo, en Alemania, ABB E-mobility y MAN Truck & Bus presentaron su primer prototipo del MCS.
El nuevo estándar de carga MCS está diseñado técnicamente para capacidades de carga de hasta 3,75 MW a 3.000 amperios (A), lo que demostró una potencia de carga de más de 700 kilovatios con tecnología de carga prototipo.
El sistema de carga de alta potencia diseñado para vehículos eléctricos pesados permite tiempos de carga más rápidos y una mayor capacidad de amperaje.
Durante la presentación se destacó que el tiempo de carga de la batería del 10% al 80% se completó en media hora, evidenciando la eficiencia del sistema.
Además, los primeros dispositivos Kempower se introducirán a lo largo de 2024.
Los “satélites de alta potencia refrigerados por líquido” cuentan con conectores de carga MCS y dos unidades de potencia de 600 kilovatios cada una.
La entrega inicial de la solución será de 1,2 MW.
Este sistema está diseñado para proporcionar cargas de alta potencia necesarias para camiones eléctricos más grandes.
¿Cómo avanza la adopción de camiones eléctricos?
Si bien los vehículos eléctricos pesados siguen siendo raros y su tecnología sigue siendo relativamente desconocida, desempeñarán un papel clave en la descarbonización del transporte de mercancías por carretera.
Además, su despliegue se acelerará mediante la implementación de restricciones de circulación en zonas de bajas emisiones (ZBE) y políticas de responsabilidad social corporativa (RSE) por parte de los operadores de carga.
Cabe señalar que, según las previsiones de la mayoría de los fabricantes, en 2030 el 50% de los camiones del mercado serán eléctricos.
A pesar de la baja cuota de mercado de estos vehículos en Europa (0,1%), se prevé un rápido aumento de su adopción, empezando por los destinados a operaciones urbanas y suburbanas y posteriormente con el inicio de las ventas de unidades de carretera.
En 2023, había 3.163 camiones eléctricos matriculados en el continente.
De este total, 552 se registraron en Francia, lo que representa tres veces más que en 2022.
En cuanto a la autonomía, la oferta actual ya cubre algunas de las necesidades de los camiones urbanos, con autonomías de hasta 250 a 300 kilómetros, lo que permite iniciar de inmediato la electrificación de la flota.
Además, en Francia, Renault Trucks, DAF y Volvo ofrecen unidades eléctricas de 16 toneladas, mientras que la mayoría de los fabricantes cuentan con vehículos pesados de 19 a 26 toneladas, con niveles de autonomía cada vez mayores.
¿Cuáles son los beneficios de los camiones eléctricos?
La integración de los camiones en la industria de la electromovilidad aporta numerosas ventajas.
En primer lugar, contribuyen significativamente a mejorar la calidad del aire y a descarbonizar el transporte de mercancías, y la economía en general, al reducir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2).
Además, emiten un 80% de NOx y tienen una huella de carbono considerablemente menor durante todo su ciclo de vida en comparación con el diésel, alcanzando una reducción del 85% en 2030 según el análisis de Carbone 44.
Además, ayudan a disminuir la principal fuente de estrés en las grandes ciudades: el ruido.
Por ejemplo, el Renault Trucks D de 16 toneladas genera un 85% menos de contaminación acústica que los coches con motor de combustión.
Necesidad de producir baterías en Francia
Actualmente, el 88% de las baterías de iones de litio se fabrican en Asia , principalmente en China.
Por tanto, la demanda de este componente obliga a su producción en Europa.
De ahí que surgiera y se lanzara la Alianza Europea de Baterías en 2017.
Su objetivo es desarrollar esta industria, tanto para reforzar la soberanía energética como para cumplir los objetivos del Pacto Verde.
Avere-France afirma: “Desde entonces, se han anunciado y están en desarrollo alrededor de 40 proyectos de gigafábricas en Europa ”.
Por ejemplo, Northvolt, pionero europeo en la industria de las baterías establecido en Suecia desde 2015, entregó sus primeras baterías en 2022, siendo su principal cliente el Grupo Traton y, por tanto, a largo plazo, las marcas MAN y Scania.
En Francia , cuatro de estas gigafábricas de baterías están en desarrollo: ACC, Verkor, Envision AESC y ProLogium.
ACC, una empresa conjunta de Total Energies, Saft, Stellantis y Mercedes, inauguró su primera fábrica a finales de mayo de 2023.
Según el estudio de Avere-France, estos proyectos industriales aún no cubren la producción de baterías para estos vehículos pesados.
En particular, las baterías de las unidades Renault Trucks, fabricadas en Francia, se producen actualmente en Corea del Sur (para las células) y en Europa (para el pack).
