Las estaciones de recarga rápida o ultra rápida normalmente se ubican en zonas geográficas con poca o escasa población, por lo tanto, están alejadas de las urbes. Esto es porque tradicionalmente este tipo de puntos de recarga están en estaciones de servicio interurbanas.
Para uno de estos puntos de recarga -que suelen superar los 150 kW- se requiere un porcentaje mayor de energía suministrada en comparación a los conectores que están ubicados en las ciudades (menores a 50 kW).
Sergi García, E-mobility Project manager en Evectra: “Por lo general, la ejecución de las líneas eléctricas para poder dar suministros a estas estaciones de recarga comprenden un proceso largo y costoso”.
Por eso, desde Evectra comentan que cualquier tecnología técnica que ayude a estabilizar la curva de demanda de red es beneficioso para las estaciones de recarga, especialmente las ultrarrápidas. En estas últimas, la demanda es significativa.
Además, a esto se le añade lo anteriormente mencionado: están en zonas alejadas y poco pobladas.
“Por lo que grandes estaciones de generación de energía (fotovoltaicas o eólicas) se presentan como de gran interés para cubrir la demanda”, y apoyar a la red, explica García en la Cumbre de Infraestructura de Recarga del Vehículo Eléctrico organizada por Grupo Portal Movilidad.
Hay varios puntos fuertes de este tipo de infraestructura, la generación sin contaminación, el precio del terreno en este tipo de ubicaciones despobladas y la reducción del precio debido a la madurez del producto. Todo esto hace este tipo de infraestructuras clave para apoyar la infraestructura de recarga eléctrica
El Project Manager se detiene en su análisis y también explica el lado negativo de estas tecnologías. Hace hincapié en que los problemas residen en la fluctuación de disponibilidad de la energía debido a su dependencia climatológica. Para ello, comenta sobre otra de las opciones viables para optimizar la solución: las baterías de segunda vida de los vehículos eléctricos.
“Pueden ayudar a compensar, con buenos resultados, esta curva de demanda”, aclara García.
A estas baterías de segunda vida se les puede dar un uso diferente una vez finalizado su ciclo de vida inicial, según explica el experto de Evectra.
“Podrían utilizarse a modo híbrido con la generación de energías renovables como la eólica y la solar para dar suministro”, argumenta.
Y sentencia: “Lógicamente no es una tarea sencilla y hay que buscar el know how que den respuesta a todo estas cuestiones”.