Cuando faltaban pocos días para que terminara el plazo del Moves III, el plan de incentivos para la compra de vehículo eléctrico más estable que ha tenido el estado español hasta la fecha, el gobierno central anunció su prórroga hasta el 31 de julio del año que viene. Ahora bien, no se trata de una prórroga sin más, sino que hay algunas modificaciones.
Una de las condiciones que incorpora esta prórroga del Moves III es la que exige que los puntos de carga de menos de 22kW de potencia que soliciten la ayudan deben tener la posibilidad de estar permanentemente conectados: sea a través de Wi-Fi, ethernet o 4G.
¿Cuál es el motivo? Que cuando sea necesario, la autoridad competente pueda controlar la puesta en marcha de estos cargadores y evitar que todos empiecen a cargar a la vez, lo que sin duda alguna sobre saturaría la red.
El hecho de que estos puntos de carga estén conectados garantiza una puesta en marcha gradual, evitando colapsar la red eléctrica -sobre todo en el medio plazo, cuando los vehículos eléctricos sean mayoría por las calles españolas-.
Prácticas de este estilo, ya se aplican en otros países europeos como el Reino Unido.
No cabe decir que todos los cargadores domésticos y semi-públicos de Wallbox tienen la posibilidad de estar permanentemente conectados a través de Wi-Fi, Bluetooth, Ethernet o 4G en función del modelo.
El último lanzamiento de la compañía, el Pulsar Pro, una solución de carga pensada para espacios compartidos como condominios o gestores de flotas, lleva 4G preconfigurado de fábrica además de Wi-Fi.
Con conexiones redundantes, se garantiza que el cargador esté permanentemente conectado, a pesar que una de ellas falle.
A parte de esto, los cargadores domésticos y semi-públicos de Wallbox se caracterizan para incorporar sistemas de gestión energética a nivel particular.
Por eso, cargadores equipados con funcionalidades como Power Boost mejoran la inteligencia del dispositivo al gestionar dinámicamente la sesión de carga, evitando cortes de energía y sorpresas en la factura de la luz.
Esta funcionalidad controla el consumo energético del hogar en tiempo real, ajustando automáticamente la carga del vehículo eléctrico para mantenerse dentro de la capacidad de la red eléctrica y evitando así que salten los plomos.
Esta capacidad de adaptación es especialmente útil en entornos domésticos, donde la carga se optimiza para una eficiencia máxima y la seguridad del usuario.
La ventaja adicional es que no será necesario aumentar la potencia contratada y, por lo tanto, pagar más cada mes de factura de la luz, sino que el cargador aprovecha la energía que no se consume para cargar el vehículo eléctrico.
A pesar de la lentitud con la que España está dando el paso a la movilidad de cero emisiones, a medida que va aumentando la cantidad de estos vehículos en nuestras carreteras se van haciendo más necesarias las soluciones de gestión energética.
No solo a nivel doméstico, sino a un nivel superior. Y es que el vehículo cero emisiones puede suponer un reto para la red eléctrica pero también la piedra angular que le falta al sistema para dar el paso definitivo a la energía renovable.
En definitiva, la prórroga de las ayudas a la movilidad eléctrica es más que un simple plazo extendido; es un paso hacia una revolución en la forma en que concebimos la carga de vehículos eléctricos.
La exigencia de puntos de carga inteligentes no solo cumple con las normativas europeas, sino que también impulsa una experiencia de carga más inteligente, conectada y eficiente.
La extensión de este plazo es un punto positivo para asegurar la continuidad de los programas de apoyo a la compra de vehículos eléctricos e instalación de cargadores.
No obstante, esto no elimina la urgencia de seguir trabajando en colaboración con las autoridades para mejorar la eficacia de los planes futuros y, en particular, para lograr que los incentivos sean ayudas directas a la compra -como la exención de impuestos-, lo cual tendría resultados más efectivos a la hora de impulsar la movilidad de cero emisiones en nuestro país.
El desafío ahora radica en seguir refinando estas iniciativas para que beneficien no solo al medio ambiente sino también a aquellos que quieren dar el paso definitivo al vehículo eléctrico.