Siendo uno de los primeros actores trabajando en el mundo de la electromovilidad a nivel local, Charging Box importa y comercializa puntos de recarga, principalmente domésticos.
Es así que con el trato con diferentes proveedores y usuarios ha llegado a definir cuáles son las principales características que hoy se requieren al hablar de este tipo de productos.
“La gente quiere productos que duren más y que tengan la gestión solar, como también balanceo de carga”, asegura Víctor Muñoz, responsable de la empresa.
Asimismo, otro de los factores que cada vez es más demandado es la seguridad en cada cargador.
Según explica el ejecutivo “hoy en día hay muchos fabricantes que no tienen en cuenta este aspecto, por lo que muchos modelos suelen estar disponibles sin las debidas protecciones”.
En cuanto a lo que está por venir, nota que el mercado espera con ansias la llegada de más puntos que permitan realizar recargas en continua en los hogares, pero eso todavía es un deseo para muchos.
En 2013 dieron inicio a sus operaciones a nivel local. Importaban la marca EBOX a España, cuando solo había algunos fabricantes nacionales presentes.
Acompañaron a la firma de Países Bajos para que llegue a hacer contactos con Kia España, Mitsubishi España y un distribuidor de material eléctrico.
Luego tras las aperturas de las oficinas comerciales en 2017, concluyeron la relación y comenzaron a trabajar con Mennekes, el fabricante Alemán que estandarizó el conector tipo 2.
La realidad es que actualmente trabajan con otras marcas como Keba, la cual prioriza los estándares de calidad y ponen un fuerte acento en la seguridad de sus soluciones de recarga para vehículos eléctricos.
“Tenemos un cliente taxista que compró uno de estos modelos en 2015, con las últimas lluvias que tuvimos en Barcelona se estropeó, pero a fin de cuentas le duró siete años”, comenta Víctor Muñoz.
“No voy a hablar de ninguna marca en concreto pero estoy seguro que ninguna marca de las que hay en España duran ese tiempo, ni las que se gastan millones en marketing”, agrega en este sentido.
Otra de las experiencias que han adquirido tiene que ver con el proceso de instalaciones.
Los Renault Zoe si no hay toma a tierra no recargan y si, por ejemplo, hay diferencia de potencial entre neutro y tierra superior a 10V tampoco lo hace.
Esas son cuestiones que han ido aprendiendo con el trabajo en electromovilidad, por ello su representante insiste en el hecho de que la profesionalización de las tareas es la manera más indicada para avanzar en este rubro.
“Recientemente nos encontramos por las redes sociales un punto totalmente quemado. Eso se debe a que la instalación está mal hecha, y también a que el propio cargador no llevaba protecciones integradas”, sostiene.
La responsabilidad desde su punto de vista no es solo de quienes realicen las tareas de colocación, sino también de los fabricantes, quienes deberán desarrollar productos seguros, que no den lugar a este tipo de accidentes, asegura el ejecutivo de Charging Box.