No es noticia que las ventas de vehículos eléctricos continúen aumentando de manera constante y expansiva en todo el mundo año tras año.
En este sentido, el continente europeo, junto con China y los Estados Unidos, son considerados verdaderos centros de movilidad eléctrica debido a sus avances tanto en los aspectos comerciales como legislativos.
Pero… ¿cuál es la situación de cada uno de estos bloques con respecto a sus infraestructuras de carga? ¿Logran suministrar adecuadamente la alta demanda?
En la Unión Europea, a mediados de 2023, según las Estadísticas del Mercado de Vehículos Europeos del ICCT – Pocketbook 2023/24, había más de 560.000 puntos de carga públicamente accesibles instalados.
Estas cifras representan un aumento del 50% en comparación con 2022 y más del doble del total registrado a mediados de 2021.
Por otro lado, hay un cargador por cada 16.6 vehículos eléctricos en la región.
En cuanto a la modernidad de las unidades, solo el 14% tiene tecnología de carga rápida.
Además, parece haber disparidad en el progreso de la UE, siendo la penetración del medidor inteligente un claro ejemplo.
Mientras que en algunos países miembros es casi del 99%, en otros es solo del 1%.
Vale la pena señalar que en Europa, se aprobó un desarrollo significativo en el sector en marzo del año pasado, llamado AFIR.
Específicamente, el acuerdo establece objetivos obligatorios para el despliegue de redes de carga eléctrica y estaciones de repostaje de hidrógeno en carreteras.
En este sentido, el documento ordena que a partir de 2025 será necesario instalar estaciones de carga rápida de al menos 150 kilovatios a lo largo de la red de transporte trans-europea (RTE-T) cada 60 kilómetros.
Cabe mencionar que el AFIR es parte de «Fit for 55», el paquete de acciones regulatorias diseñado para hacer compatibles las políticas de la Unión Europea con la reducción de las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030.
Por otro lado, el gigante asiático es el indiscutible líder mundial en infraestructura de carga para vehículos ligeros, con casi 2.15 millones de puntos de carga públicamente accesibles a mediados de 2023.
En cuanto al acceso del usuario, hay un cargador por cada 9.4 vehículos en China.
Además, el país oriental destaca por la prevalencia de cargadores rápidos dentro de su infraestructura. Terminales con esta tecnología representan el 42%.
Además de convertirse en el mayor exportador de automóviles en 2023, superando a Japón, China es el país de origen de la marca más vendida durante el último trimestre del año pasado.
La asiática BYD logró un récord sin precedentes, con más de 526.000 registros en los últimos tres meses del año.
Por otro lado, los Estados Unidos aún presentan una expansión muy limitada de la infraestructura de carga en comparación con los dos ejemplos mencionados anteriormente.
El país norteamericano registra una cifra que apenas supera los 216.000 puntos de carga en todo su territorio nacional.
En cuanto a la disponibilidad, la cifra también es inferior a la de sus rivales directos, ya que solo cuenta con un cargador por cada 20.6 vehículos eléctricos.
Sin embargo, un punto destacado es que tiene un porcentaje más alto de terminales de carga rápida que el continente europeo; en los Estados Unidos, la cifra es del 26%.
Además, este país logró un premio muy relevante en el sector el año pasado.
La empresa estadounidense, Tesla, se mantuvo en la cima del mercado durante casi todo el año, no solo en Europa, sino en todo el mundo, con un total de 1.8 millones de entregas de coches eléctricos.
Esta cifra representa un aumento del 38% en comparación con las ventas de la empresa en el año 2022.
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