El Ministerio de Industria y Turismo prepara un borrador para actualizar los puntos de recarga y es que la mayoría de los postes actuales carecen de sistemas metrológicos dada la ausencia de una normativa comunitaria que se encargue de certificar la energía que suministran los postes sea la declarada.
España lleva tres años trabajando en un borrador para regular la metrología en los puntos de recarga. A lo largo de este tiempo se han llevado a cabo distintos grupos de trabajo con fabricantes, posventa y consumidores con el objetivo de llegar a un acuerdo.
Lo cierto es que el consumidor español está protegido, ya que, tanto desde el punto de vista de la seguridad como del eléctrico, incluso desde el punto de vista de la medición, muchos de estos puntos de recarga llevan incorporados contadores de energía internos, los cuales están sometidos a controles metrológicos.
Ahora bien, la idea que se maneja es presentar este borrador entre finales del presente mes de enero o principios de febrero.
Todo ello con el objetivo de adelantarse a la propuesta comunitaria que prepara la Comisión Europea, la cual se prevé que se presente al Parlamento Europeo y al Consejo de la Unión Europea entre finales de marzo y principios de abril, tal y como adelantó elEconomista.es.
No obstante, no se debería tardar mucho en llegar a un acuerdo entre las tres partes, dado que se trata de una revisión de la Directiva de Instrumentos de Medida.
Tras esta aprobación, habría un plazo de un año para transponer dicha modificación y, tras este, otro año para su puesta en vigor.
Es decir, en el mejor de los casos, hasta 2026 no habrá una normativa que regule la medición de los puntos de recarga de vehículos eléctricos.
De esta manera, España contaría con una normativa relativa a la metrología en los puntos de recarga vigente, de igual forma que Alemania.
El país centroeuropeo es el único del Viejo Continente que regula la metrología de los puntos de recarga.
De hecho, la propuesta que prepara la Comisión Europea también recogerá sistemas de metrología necesarios para instalar en las hidrogeneras en relación con los gases comprimidos.
La armonización es clave dado que, en función del tipo de medidor, bien sea de corriente continua o de corriente alterna, la lectura de estos medidores no coincide con lo que el vehículo percibe como recarga.
Hay que tener en cuenta que en los cargadores de corriente continua, los cuales proporcionan energía directamente a la batería ajustándose a la potencia, la instalación de estos sistemas de medición son caros.
Según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), el coste medio de adaptación metrológica de un punto de recarga de corriente continua oscila entre los 4.000 y los 10.000 euros.
La mayoría de los puntos de recarga públicos instalados en España son de corriente alterna.
En el caso de la normativa que prepara España también se tendrá en cuenta no solo un contador interno, sino uno que contemple las medidas en su conjunto. Es decir, que se asemeje lo máximo posible a un surtidor de gasolina. Asimismo, dicha normativa cumplirá con los requisitos de la transformación digital y verde.
El 26% de los puntos no está operativo
Es el porcentaje de puntos de recarga en España que no está operativo hasta septiembre de 2023 —últimos datos disponibles— había 25.180 puntos de recarga de acceso público instalados en España, y otros 8.869 que no prestan servicio para la recarga de vehículos eléctricos.
El objetivo al cierre de 2023 era contar con 45.000 puntos de recarga públicos para contar con el Fit for 55, cifra que se estima que no se ha alcanzado.
Según informó El Economista.