Bajo una Orden Ministerial el Gobierno extendió la declaración responsable para aquellos puntos de recarga que superan los 100 kW (los de alta potencia).
Esto venía a raíz de que el tiempo de espera para que esté operativo un cargador oscilaba entre 24 y 36 meses.
Pero, no todo es color de rosa.
“No soluciona, para nada, el problema principal”, argumenta Javier Martínez Ríos, Director de eMobility de EDP España.
Si bien reconoce la positividad de la extensión de la declaración responsable y que esta iniciativa política puede acortar los tiempos del despliegue de puntos recarga, pero “no será gran cosa”.
Deja en claro, la declaración responsable para la licencia de obra ya existía desde hace tiempo.
Pero no estaba sujeta a todos los casos y lo que hace esta regulación es ampliarlo a uno más que beneficiará a los puntos de recarga en carreteras y estaciones de servicio.
“Esto es un mito. La declaración responsable no soluciona todos los problemas, los simplifica, pero no podemos usarla en todas las localizaciones y no acorta severamente los plazos”, expresa Martínez.
¿Recorta tiempo la declaración responsable?
Sin poder dar una respuesta exacta, Martínez arriesga decir que para los que tramitan puntos de recarga en carreteras y estaciones de servicio quizás sí lo haga.
“Disminuye el plazo en algunos meses, no te puedo decir cuántos porque tenemos administraciones con carreteras que se solucionan en tres meses y otras en 12 meses”, afirma el directivo.
Sin una respuesta exacta si se sabe que esto sucederá con aquellas estaciones de servicio y puntos de recarga en carreteras que aún no han comenzado y por lo tanto no dependen de la tramitación anterior.
En qué momento actúa la declaración responsable
Para llegar a tener un punto de recarga operativo se debe pasar por varios organismos.
Entre ellos la distribuidora, quien debe brindar los requisitos técnicos y la potencia a ese cargador.
“Muchas veces no sabemos dónde tenemos potencia disponible y cuáles son los requisitos técnicos y económicos que vamos a tener en una zona”, comenta el Director de eMobility.
Martínez explica que los socios que tiene EDP saben dónde quiere colocar un punto de recarga pero, al no tener los datos anteriormente mencionados, el CPO no sabe si podrá instalar o el precio final.
En esa primera fase se ve retrasada porque se tiene que realizar el proyecto de ingeniería en base a la respuesta y no se puede trabajar en paralelo a ello.
“Sería lo mejor teniendo en cuenta que si pudiéramos, podríamos comenzar a aprovisionarnos de materiales y hacer la ingeniería de detalle”, comenta el directivo de EDP España.
Luego de esa primera respuesta se comienza a hacer la petición por el suelo a utilizarse. Desde EDP aseguran que se ha llegado a tener que realizar cinco solicitudes diferentes para una misma locación.
Todo ese proceso llega por lo menos a demorar unos cinco meses, disminuyendo si las potencias son menores.
Allí se hace el proceso de ingeniería y se debe realizar una visita a los centros que deben aprobar las licencias. Según Martínez aquí también se pierde tiempo ya que en ocasiones son múltiples sedes pero son imprescindibles.
Allí es donde se puede comenzar a aplicar la declaración responsable. Se aceleran los procesos por silencio administrativo y el punto de recarga parece avanzar en su proceso.
Pero, aquí hay una advertencia: “Esto no quiere decir que la licencia automáticamente esté concedida y esto es muy importante. El hecho de poder hacer algo por declaración responsable no quiere decir que sea una autorización automática”.
La licencia debe llegar después igualmente. Por tanto, en todas aquellas localizaciones y municipios en donde no se habló aún con el ente competente la obra no está habilitada.
“Hemos tenido algunas obras hechas con declaración responsable conforme a la normativa, que después han tenido un problema y hemos tenido que revertir lo hecho”, comenta Martínez.
Un ejemplo de declaración responsable
El Director de eMobility de EDP comenta un caso en San Sebastián de los Reyes donde hay un punto de recarga hecho con declaración responsable.
Ese punto se ubica en un concesionario de Kia, en donde no debieron esperar la acometida de la energía ya que la potencia estaba disponible.
“Hemos hecho la declaración responsable porque no necesitábamos, en este caso, a la distribuidora y hemos tardado muy poco en instalar la obra, entre cuatro días y cinco días”, comienza a relatar Martínez.
Y continúa: “En octubre el cargador estaba instalado y enchufado a la red, solamente con dar un clic entraba en funcionamiento. Todo estaba preparado”.
Pero solo faltaba el último paso que involucra a un organismo certificador que debe hacer una visita para dar el visto bueno a la instalación y que esta se ha hecho conforme a la normativa.
El “OCA” ya estaba listo, es decir que una entidad externa que certifique el punto de recarga. Esa documentación se le envía a Industria de Madrid en el mes de noviembre del 2022.
“Estamos en abril del año 2023 y el punto de recarga se montó hace ya seis meses para esperar que el organismo certificador nos dé el ok”, sentencia.