Para el día de los inocentes circuló un bulo sobre una nueva etiqueta D. Supuestamente creada por la DGT para los coches con mucho kilometraje, y que evidentemente estaban desterrados en las zonas de bajas emisiones (ZBE). Si bien fue una inocentada, muchos usuarios cayeron en esta falsa información e incluso crearon tendencia en las redes.
La razón, todo lo que sea contenido sobre etiquetas o pegatinas para circular por estos días es materia de interés masivo. Y es que existe un temor y muchas dudas sobre el futuro de los coches a combustión tradicional de gasolina o diésel, como indica El Economista.
Es en este incierto escenario, , y con el incremento de los coches eléctricos o híbridos, queentra en juego en el mercado de vehículos la figura del ‘retrofit’ (en su traducción, reacondicionar coches) o la conversión. Una tendencia, que como apunta la asociación española AECONVE, busca «la adaptación de vehículos térmicos a vehículos eléctricos».
Foco medioambiental
La Asociación Española para la Conversión de Vehículos Eléctricos (AECONVE) trabaja en impulsar esta tendencia. Por esta razón, aquellos que conserven un coche antiguo, que se aproxime «al retiro» por las restricciones medioambientales de las grandes urbes, podrán estar tranquilos gracias a este tipo de asociaciones, que como que explican en su sitio web, su foco medioambiental está en conseguir las «3 R» (reducir, reciclar y reutilizar).
«Si un vehículo que va a ser retirado lo actualizamos. Al cambiar el motor, no solo conseguiremos reducir las emisiones de CO2, sino que también conseguiremos dar sentido a las 3 R, ampliando su vida útil y reciclando más del 75% de sus componentes», explican AECONVE en su página.
Legislación en «pañales»
La asociación cuenta actualmente con más de 230 miembros, que aportan sus conocimientos y su «empeño personal en esta tarea». Misión que por estos días se ve obstaculizada ya que en España, a diferencia de otros países como Reino Unido, Estados Unidos o Chile, no existen empresas de conversión de vehículos por una «falta de normativa o legislación», según manifiesta Jesús González, presidente de AECONVE, en portalmovilidad.
Caso estadounidense
Cuando pensamos en coches norteamericanos se nos vienen a la cabeza aquellos clásicos ‘muscle car’ tipo Mustang, Corvette, Cadillac o los Plymouth. Con esa imagen, sus grandes motores V8 y la contaminación que traen consigo.
Sin embargo, la tendencia del ‘retrofit’ también se instaura en Estados Unidos mediante grupos de mecánicos, corredores, ingenieros y empresarios de todo el país que están convirtiendo autos y camiones antiguos en vehículos eléctricos más ecológicos y, a menudo, mucho más rápidos, según cuenta Fortune.
En esta línea, a pesar de las burlas que existen sobre los coches convertidos que se asemejan a «carros de golf» o «coches teledirigidos», las conversiones de trenes motrices eléctricos se están volviendo «más comunes a medida que avanza la tecnología de baterías y el mundo se vuelve hacia una energía más limpia para combatir el cambio climático».
Modernidad en cuerpo antiguo
«Esta fue mi forma de actualizar mi coche. Adquirí el chasis (cuerpo) que me gustaba y lo mezclé con tecnología y rendimiento moderno», dijo el piloto estadounidense, Kevin Erickson, quien invirtió alrededor de 60.000 dólares en su proyecto ‘retrofit’ de un Plymouth Satellite de 1972.
Al respecto, Jonathan Klinger, vicepresidente de cultura automovilística de Hagerty, una compañía de seguros y una marca de estilo de vida automotriz estadounidense, que se especializa en vehículos de colección, confesó a Fortune que convertir autos clásicos en vehículos eléctricos es «definitivamente una tendencia», aunque la investigación sobre la práctica es limitada.