Tras lograr una fuerte presencia en el territorio nacional, ahora linc-e comenzará a ofrecer sus servicios, que incluyen la movilidad eléctrica y la energía solar, en Portugal, donde contará con oficinas en Lisboa y Oporto.
En este marco, la empresa se encuentra iniciando una sociedad con una consultora energética que se destaca en el sector, posicionándose como la quinta comercializadora del país.
¿Cuándo empezará a operar? “Seguramente en las próximas semanas”, anticipa Álvaro del Pozo González, fundador de la compañía, a Mobility Portal España.
“Tendremos una sólida presencia comercial, dado que la comercializadora dispone de 50 agentes activos en la calle”, afirma.
Por tanto, en una primera fase, linc-e se encargará de formar a los distribuidores en relación con sus productos tanto fotovoltaicos como de cargadores para vehículos eléctricos.
La empresa ofrece un Acuerdo de Compra de Energía (PPA) que permite la ejecución de proyectos sin que el propietario de la superficie realice inversión alguna.
Este modelo garantiza al cliente un precio de energía altamente competitivo y seguro a largo plazo.
Al finalizar el contrato de compra de energía, la instalación pasa a ser propiedad del titular o este puede optar por adquirirla en cualquier momento antes de que finalice el contrato PPA.
Este formato de proyectos fotovoltaicos incluye la inversión de los cargadores de ese emplazamiento.
Así, el cliente abona una tarifa por la energía generada por la instalación, la cual también incluye la implementación de una infraestructura de carga.
En muchos casos, además, gestiona la explotación de los equipos de «repostaje», siendo el cliente el principal beneficiario de los ingresos generados por la recarga, a pesar de que el proyecto se ha llevado a cabo sin que este haya invertido.
“Es un modelo muy interesante que planeamos desarrollar en Portugal y creemos que tendrá una considerable aceptación en ese mercado”, enfatiza el fundador de la empresa.
Y no solo ello.
linc-e también tiene previsto incursionar en el mundo de las licitaciones, un sector que hasta ahora no había explorado.
Para llevar a cabo este nuevo proyecto, colaborará con una empresa especializada, con la cual comenzará todo el proceso este mes de junio.
Si bien esta idea ha estado presente desde los inicios de la empresa, se decidió esperar hasta contar con un equipo consolidado y una posición sólida en el mercado.
“Y ese momento ha llegado ahora, después de casi tres años”, señala Álvaro del Pozo González.
Todos estos pasos se enmarcan en una mentalidad medioambiental que define la identidad de la empresa.
¿De qué manera?
La marca se llama linc-e, en referencia a esta especie en peligro de extinción en el territorio nacional, con el fin de fomentar la conciencia sobre la importancia de cuidar el planeta.
Para cumplir con esta premisa, la compañía se esfuerza por abastecerse siempre de fabricantes o proveedores locales en la medida de lo posible.
En el caso de España, busca colaborar con fabricantes nacionales y ubicados en el país.
Mientras que, por ejemplo, para los cargadores ultrarrápidos, se extiende un poco más allá hasta Europa.
“Estamos trabajando con fabricantes europeos para contribuir tanto al medio ambiente como a la economía local”, indica.
Su cartera de clientes abarca diversos sectores, desde el residencial hasta el industrial, e incluye instalaciones en autovías, centros comerciales y otros entornos.
Así como también colabora con fondos de inversión enfocados en identificar ubicaciones estratégicas para la instalación de infraestructuras de recarga rápida.
El camino de la fotovoltaica a la movilidad eléctrica
Álvaro del Pozo González comienza a incursionar en el sector de la energía solar a finales de los años 90, cuando esta «aún no era muy aceptada».
“Cuando empezamos éramos los locos de las renovables”, afirma al respecto y hace hincapié en que no contaban con apoyo por parte de las instituciones públicas.
De hecho, llevaba a cabo instalaciones sin cobrar al cliente hasta que este corrobore que funcionaban correctamente.
En este sentido, enfatiza que la dinámica actual difiere completamente de la anterior.
“La movilidad eléctrica ha nacido con el impulso de todos, tanto de las instituciones como de los ecologistas, entre otros”, subraya.
Y sostiene: “Por norma general, la mayoría de las personas hoy en día apoyan este cambio, por lo que las barreras son mínimas y lo que predominan son las ayudas«.