La falta de stock de vehículos usados de hasta cinco años de edad está lastrando la recuperación del mercado de ocasión en nuestro país, ya que ni este año ni el que viene será capaz de rebasar los dos millones de unidades transferidas.
Todo esto, según ha adelantado Faconauto en el transcurso de su VI Observatorio del VO de la Distribución Oficial, que ha reunido en Madrid a 200 profesionales del sector.
En concreto, según datos de la consultora MSI, este año las transferencias de usados cerrarán en 1.948.000 unidades, lo que supondrá una leve caída del 2,5% respecto a las cifras de 2021.
Detrás de este estancamiento está la falta de vehículos de hasta cinco años, franja atendida principalmente por los concesionarios y que en el presente ejercicio habría tenido un déficit de unas 140.000 unidades.
El comportamiento del mercado de ocasión está corriendo en paralelo con el del nuevo.
La desconfianza de los consumidores por el clima económico, unida al desabastecimiento de stock, está haciendo que particulares, empresas o empresas alquiladoras no estén renovando sus vehículos, impidiendo generar unidades suficientes de esos usados “jóvenes”, los más demandados.
Esta situación ha vuelto a favorecer las ventas de vehículos más antiguos. Así, las transferencias de los de seis a diez años crecerán un 8%, mientras que los de más de diez repetirán los números del año pasado, pero acaparan ya la cifra récord del 68% de todo el mercado de ocasión nacional.
Crecen las importaciones
Si comparamos lo que está ocurriendo en España con lo que está ocurriendo en el resto de los mercados de referencia en Europa, vemos cómo nuestro mercado es el que menos cae este año.
Así, en Alemania las ventas de usados caerán un 13,8%, en Francia un 12,6%, en Reino Unido un 10,7% y en Italia lo harán un 6,1%.
Este mal comportamiento generalizado de los países “Euro 5” se explica porque son mercados más saneados que el nuestro y donde están sufriendo más por esa falta de vehículos de hasta cinco años.
Justamente, los concesionarios y profesionales de nuestro país están acudiendo al resto de mercados europeos para paliar la crisis de stock.
Las importaciones de coches usados desde terceros países han crecido este año un 27,2%, hasta superar las 114.000 unidades, pasando de ser una práctica minoritaria a ser cada vez más habitual a la hora de abastecerse.
El vehículo tipo más importado es un Volkswagen Golf, diésel y de menos de seis años de edad, según datos de BCA.
Respecto a la importación de vehículos, Faconauto ha recordado que los profesionales de nuestro país se encuentran con más trabas y con plazos más amplios a la hora de resolver el “papeleo”, que se demora una media de cuarenta y cinco días, frente a la media de seis de Alemania o a los veintiuno de Francia.
Los cuellos de botella que explican este retraso frente a otros países están en la obtención de la matrícula y la hora de pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), mientras que la liquidación de impuestos es ágil.
Faconauto ha pedido a la Dirección General de Tráfico (DGT) que tenga en cuenta esta situación y busque los mecanismos para agilizar los trámites, dado que la importación de vehículos crecerá de forma exponencial en los próximos años.
De cara a 2023, Faconauto prevé que se mantenga esta tendencia de estancamiento, con 1.974.000 usados transferidos y apenas un crecimiento del 1,3%, ya que los problemas de abastecimiento de vehículos de hasta cinco años se acentuarán y seguirán siendo un lastre para la recuperación.
En cualquier caso, la especialización de los departamentos de vehículo de ocasión en los concesionarios, abiertos a nuevos actores para abastecerse de vehículos y volcados en el ámbito digital, está haciendo que esta actividad suponga una quinta parte de su facturación y de sus resultados.
“Es una muy mala noticia la caída de ventas de coches de 0 a 5 años que arrastramos en los últimos tres ejercicios, porque quiere decir que nuestro mercado de ocasión no está saneado y que está cediendo terreno a las ventas de modelos de más de diez años, que acaparan casi el 70% del total», ha dicho el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez.
A lo que añadió: «Es un mal síntoma, porque vamos hacia un modelo de movilidad totalmente polarizado, donde unos pocos podrán acceder un vehículo nuevo, mientras que la mayor parte de los españoles se tienen que conformar con un coche usado, diésel y de más de diez años”.