La falta de ‘stock’ está frenando la compra de taxis adaptados y de modelos 100% eléctricos. El presidente de la Asociación Provincial de Autotaxi (Apatz), Miguel Ángel Perdiguero, confirma que está siendo «muy difícil» ampliar la flota.
Esto se debe a que ya muchas marcas no fabrican y las que lo hacen tardan entre ocho y nueve meses en entregar los vehículos, plazos a los que hay que sumar otros tres meses para la adaptación.
«En 2023, como mucho, podremos conseguir cinco más. Es un problema, e intentamos solventarlo buscando coches y furgonetas por todos lados, incluidos otros puntos de España», apuntó.
El Ayuntamiento contempla una partida de en torno a 1,7 millones en el proyecto de presupuestos de 2023 para el sector.
Hasta 200.000 irán a subvencionar la compra de vehículos eléctricos, híbridos y de gas, y 108.000 se destinarán a la adquisición de taxis adaptados para personas con movilidad reducida, mientras que otros 80.000 servirán para desarrollar la ‘app’ que permitirá conocer de antemano el coste del trayecto.
Desde la asociación tienen intención de pedir al área de Movilidad que incremente la ayuda máxima por vehículo, ya que los precios «se han disparado» como consecuencia de la crisis de los semiconductores y los efectos de la guerra en Ucrania.
El presidente de Apatz asegura que el sector está totalmente preparado para la implantación de una zona de bajas emisiones.
Tanto es así que estima que «en cuestión de cuatro o cinco años», el 100% de la flota de Zaragoza capital será híbrida o eléctrica.
«Por norma, ya no podemos incorporar vehículos diésel o que se muevan únicamente con gasolina», recordó. Actualmente, la ciudad cuenta con 102 taxis adaptados, mientras que en torno a medio centenar son 100% eléctricos. A estos hay que sumar otros 1.200 híbridos, por lo apenas quedaría un 20% por renovar.
«El problema no está en que los compañeros no quieran ponerse un coche eléctrico o adaptado, sino en que las marcas no fabrican. Si hubiese suficientes, la transición estaría siendo mucho más rápida», manifestó.
Los retrasos en los plazos de entrega estarían provocando auténticos quebraderos de cabeza a los taxistas, con «problemas para certificar las subvenciones». De cara a 2023 tampoco son excesivamente optimistas, dado que se prevé que la falta de ‘stock’ continúe varios meses más, según informó Heraldo.