Ricardo Garcia Coyne es Program Manager de CALSTART y si tuviera la posibilidad de aconsejar a los actuales líderes de Latinoamérica en materia de movilidad eléctrica, les diría que consideren la regulación como un paso clave para crear certidumbre.
Es que muchos países aún no tienen una hoja de ruta para la transformación eMobility, es decir, todavía no establecieron una fecha que indique el fin del motor de combustión ni un marco regulatorio que muestre objetivo concretos para la reducción de emisiones.
“Con una fecha límite, las compañías eléctricas sabrán para cuándo debería estar la infraestructura y los inversionistas tendrían certidumbre en el mercado. Entonces, es una forma de traer a todos los actores y alinearlos con una misión compartida”, indica el experto.
Pero, para algunas naciones no es tarea sencilla, así que aquí es donde aparece Drive to Zero.
¿Por qué? La prioridad del programa es el trabajo articulado con distintos países para definir qué política pública referida a la electromovilidad es la más indicada.
Estrategias para impulsar la electrificación de camiones y autobuses
Sin duda, los incentivos son un factor fundamental a la hora de pensar la electrificación.
En este sentido, el especialista eMobility, señala: “Hay que empezar a trabajar con las compañías y los gobiernos sobre el financiamiento”.
Así pues, plantea la necesidad, sobre todo en América Latina, de que las flotas pequeñas puedan pagar por los vehículos a lo largo de los años.
Un estudio realizado por Drive to Zero determinó que en los países latinos analizados, sólo el 0.08% del financiamiento cero emisiones fue destinado a camiones.
“Hay una oportunidad grande de impulsar mucho más este sector”, manifiesta Garcia Coyne.
Según el Program Manager, una forma podría ser utilizando garantías de crédito que permitan a las pequeñas flotas acceder a financiación.
Pero si bien asegura que los incentivos pueden ser un “mecanismo poderoso para acelerar la demanda”, también considera que “tenemos que tener cuidado en la tensión que implican sobre los presupuestos públicos”.
De ahí que desde el programa se dedican a buscar alternativas que tengan potencial para reducir el precio de electrificación sin requerir tanto capital público.
¿Por qué autobuses y camiones?
Aunque son una porción relativamente pequeña, los vehículos medianos y pesados son los que mayor contribuyen a la contaminación climática y que dañan la salud de las personas.
Es por ello que Drive to Zero pone el enfoque en promover los camiones y autobuses de cero emisiones por ser considerados soluciones climáticas.
Al no contaminar, ofrecen aire limpio, beneficios económicos, laborales y operativos y pueden ayudar a marcar el comienzo de un futuro de energía limpia y emisiones netas de carbono cero.
Una iniciativa a destacar es el Memorando de Entendimiento (MOU).
Este es un compromiso no vinculante que se presentó en la COP 26 con inicialmente 15 países firmantes.
Todos ellos se comprometieron a trabajar juntos para que el 30% de las nuevas ventas de vehículos medianos y pesados sean de cero emisiones a 2030 y el 100% a 2040.
Desde ese momento, el número de países fue creciendo y actualmente el total asciende a 33, mientras que 7 de ellos están ubicados en América Latina y el Caribe.
“La razón por la que decidimos hacerlo no vinculante es porque muchos países están en distintos grados de maduración de mercado”, explica Garcia Coyne.
La intención principal del MOU es que las naciones colaboren entre sí con el objetivo de compartir experiencias. Por ejemplo, identificar qué tipo de medida funciona en un sitio y en otro.
De manera tal que es considerado una especie de “primer paso” que marca el camino hacia lo que luego puede convertirse en regulación vinculante.