La Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) elegirá a su nuevo presidente el próximo 26 de junio.
DIcha fecha, en la que la organización nombrará al sustituto de Gerardo Pérez, que ya ha señalado en varias ocasiones que no se presentará a la reelección.
Pérez, a finales del pasado noviembre fue elegido para presidir la Alianza de Concesionarios y Reparadores Europeos de Vehículos.
La salida de Gerardo Pérez
En medio de un momento clave para el sector de la automoción y la distribución, se da el anuncio de la salida del presidente de Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto).
“Soy una persona de valores y cuando llegué dije que estaría seis años aquí y así será”, explica Gerardo Pérez Giménez diálogo con este medio.
A lo que agrega: “Estoy seguro que llegará un nuevo presidente o presidenta que haga las cosas igual o mejor que yo”.
Ostenta el cargo desde 2017 y en junio le pondrá fin a la etapa de su vida que lo ha colocado como un verdadero representante de los empresarios dedicados a la distribución.
El anuncio se da en el marco de lo que es el último congreso del ejecutivo, quien ha aprovechado la ocasión para irse por lo alto.
“Hoy concluye una etapa de mi vida. Era la última vez que iba a poder dirigirme a vosotros en conjunto y quería hacer una despedida anticipada”, manifestaba en su discurso Gerardo Pérez.
Las palabras de agradecimiento no faltaron en la jornada.
Tanto en su discurso y en la entrevista con este medio ha mencionado a su comité ejecutivo, a los concesionarios y al vicepresidente.
También, a los presidentes de las asociaciones; al equipo de Faconauto; a los fabricantes; a Sernauto y ANFAC; a su familia; y, por último, a Dios.
Se tomó un momento también para dirigirse a su vicepresidenta ejecutiva, Marta Blázquez.
“En los momentos complicados siempre he tenido a Marta que me decía ‘Gerardo, para’. Ella tiraba. Ha sido realmente la gran artífice del cambio en Faconauto”, asegura.
Al hablar de su trayectoria relacionada a la patronal, resalta tres hitos.
“Sin dudas el primer punto importante fue lograr la unidad de la red comercial española y conseguir que realmente nos consideren, me consideren como su líder”, comenta Gerardo Pérez.
Asimismo, la unión con la Asociación de Fabricantes ha permitido alcanzar grandes acuerdos para ambos sectores.
“Que nos consideren unos interlocutores importantes es otra de las cuestiones que me gusta resaltar”, reconoce finalmente el presidente de Faconauto.
Pero esto no termina aquí.
Todavía quedan cuatro meses de gestión que están repletos de asuntos que Gerardo Pérez quiere concluir.
Dentro de todo ello, hay uno que se lleva todo el protagonismo: la ley de distribución.
“Espero en este tiempo que me queda poder concretar la salida de la normativa e impedir que sigan ocurriendo las cosas que están ocurriendo», apunta.
“Si lo logro, habré conseguido todos los retos que me plantee el día que llegué a ser presidente de Faconauto”, agrega en diálogo con Portal Movilidad España.
Cabe recordar que su retirada se dará previo a su asunción como presidente de la Alianza de Concesionarios y Reparadores Europeos de Vehículos.
El mismo fue elegido por unanimidad en la Asamblea General celebrada el 24 de noviembre en Bruselas.
Esto se debe a que ha desarrollado toda su carrera empresarial vinculado a la distribución y reparación de vehículos.
Vale mencionar que es presidente de Autoges.
Se trata de un grupo empresario que comercializa 6.000 vehículos al año de Renault, Alpine, Ford, Kia, Mazda, Dacia y Mitsubishi, y da empleo a 285 personas.
El trabajo para ser parte del PERTE VEC
En los últimos tiempos ha defendido la posibilidad de que los concesionarios y los t
alleres puedan optar a las ayudas de la segunda convocatoria del Perte VEC.
De hecho, a comienzos de marzo aseguró que el sector de la distribución estaría en condiciones de invertir unos 300 millones de euros en el Perte VEC.
En ese sentido, el ministro de Industria, Héctor Gómez, se apuntó que el Gobierno estaba buscando un «encaje» a esta petición.
El escollo principal para que eso suceda, según trasladó Gómez, se achaca a Bruselas, que tiene una visión más «industrial» sobre los requisitos exigibles para poder recibir las subvenciones.