Actualmente, Francia se posiciona como uno de los líderes europeos en la transición hacia la electromovilidad, lo que refleja un fuerte compromiso con la reducción de emisiones y la promoción de la energía sostenible.
A continuación se muestra un análisis detallado realizado por Mobility Portal Europe sobre el estado actual de la electromovilidad, abordando varios aspectos clave que el país ha implementado para fomentar esta transición.
Los vehículos sostenibles constituyen el 20,9% del mercado
En abril de este año se registraron 37.850 matriculaciones de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, alcanzando una cuota de mercado del 20,9%.
Aunque la cifra parece significativa, representa una disminución del 29% en comparación con marzo.
Sin embargo, es importante contextualizar esta observación con dos factores.
Inicialmente, el primer trimestre de 2023 ya había mostrado una tendencia similar, con tres meses consecutivos de aumento seguido de una caída del 35%.
Además, cabe señalar que las matriculaciones para el mismo período de este año son un 25,2% superiores.
Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por los vehículos eléctricos privados, mientras que los enchufables han disminuido un 0,3% y los vehículos utilitarios un 3,6%.
Por ello, el 6 de mayo de 2024 se firmó entre el Estado y la industria un nuevo contrato estratégico para el sector de la automoción, fijando nuevos objetivos de ventas.
Estos objetivos incluyen cuadriplicar las ventas de baterías para automóviles eléctricos (800.000) y sextuplicar las ventas de unidades eléctricas comerciales ligeras con baterías y pilas de combustible (100.000) para 2027.
Además, se ha producido un notable incremento en las matriculaciones de vehículos eléctricos pesados, con 92 unidades matriculadas en dos meses, lo que supone un crecimiento del 58,6% respecto al mismo periodo del año pasado.
Por otro lado, el mercado de coches eléctricos de segunda mano en Francia metropolitana mostró un crecimiento notable, destacando tres modelos de forma significativa.
El Renault Zoe lidera el mercado con 2.004 unidades matriculadas, lo que supone un incremento del 8 por ciento respecto a abril del año pasado.
En segundo lugar, el Peugeot 208 registró 937 matriculaciones, un aumento sustancial del 72% respecto al mismo periodo del año pasado.
Finalmente, el Fiat 500 mostró el mayor crecimiento entre los tres primeros, con 722 unidades matriculadas y un sorprendente aumento del 295% en comparación con abril de 2023.
En el caso de los vehículos eléctricos pesados, el Mercedes GLC lidera el ranking con 584 coches matriculados, lo que representa un aumento del 71% respecto al mismo periodo del año pasado.
En segundo lugar, el Peugeot 3008 registró 537 matriculaciones, lo que supone un aumento del 16% respecto al mismo periodo de 2023.
Por último, el Volkswagen Golf mostró el mayor crecimiento entre los tres primeros, con 482 unidades matriculadas y un aumento del 123% respecto a abril de 2023.
Por otro lado, a medida que la nación adopta soluciones de transporte sostenible, ciertas regiones emergen como pioneras en este viaje transformador.
Entre ellos, Isla de Francia, Auvernia Ródano Alpes y Provenza Alpes Costa Azul lideran notablemente la tendencia, con importantes concentraciones de vehículos eléctricos.
Dentro de estas regiones, estadísticas específicas destacan el alcance de la adopción de vehículos eléctricos y la evolución de las preferencias de los consumidores hacia modos de transporte más limpios y ecológicos.
Ile de France emerge como la región líder de Francia en adopción de vehículos eléctricos, con un total de 8.638 vehículos eléctricos concentrados dentro de sus fronteras.
Entre ellos, 4.192 son vehículos eléctricos particulares, 680 son vehículos eléctricos utilitarios y 3.766 son híbridos enchufables.
Le sigue de cerca Auvernia Ródano Alpes, con un total de 4.886 automóviles eléctricos.
Esta ubicación cuenta con 3.259 vehículos eléctricos particulares, 356 vehículos eléctricos utilitarios y 1.271 PHEV.
Provenza Alpes Costa Azul ocupa la tercera posición con 3.475 coches eléctricos, de los cuales 2.356 particulares, 199 utilitarios y 920 enchufables.
Francia tiene 129.525 puntos de recarga públicos
El cuarto mes de 2024 finalizó con cerca de 130.000 puntos de recarga públicos abiertos en Francia.
En concreto, a 30 de abril había 129.525 cargadores disponibles en la red pública francesa.
El segundo trimestre comenzó sin problemas, con la instalación de 2.238 nuevas unidades, lo que supone un incremento del 1,76%.
Además, a la fecha, el país cuenta con un total de 42.711 estaciones de carga.
Además, con el reciente acuerdo entre el sector y el Estado el 6 de mayo de 2024, se revisaron los objetivos de tarificación establecidos.
El objetivo inicial es alcanzar 400.000 puntos de carga públicos para 2030, y el ritmo de despliegue actual sugiere que este objetivo es alcanzable.
El segundo objetivo es instalar 25.000 puntos de al menos 50 kilovatios en las principales carreteras de aquí a 2027.
Actualmente, ya hay cerca de 19.000 terminales rápidos instalados en distintas estaciones de carga.
Más allá de los números, es crucial recordar que el verdadero propósito de estos despliegues es satisfacer las necesidades de los usuarios actuales y futuros, tanto en términos de cantidad como de calidad.
Cabe mencionar que, según Avere-France, durante el período mencionado, el precio medio de una sesión de carga en B2B fue de 33 céntimos por euro para los puntos de recarga de corriente alterna (AC) y de 38 céntimos por euro para corriente continua (DC).
Recarga domiciliaria en edificios y zonas residenciales colectivas
La movilidad eléctrica en residencias colectivas se está convirtiendo en una realidad cada vez más tangible.
La recarga en estas zonas se divide en tres tipos principales: puntos de recarga individuales, puntos de recarga compartidos e infraestructura común.
Existen diversas opciones para copropietarios o arrendadores, que van desde soluciones privadas ofrecidas por operadores de cobro hasta una solución pública gestionada por el Administrador de la Red de Distribución (Enedis, en la mayor parte del territorio) o una Empresa de Distribución Local (EDL).
Este enfoque implica la instalación de una red pública de distribución eléctrica, a la que luego se podrán conectar estaciones de carga según las necesidades de cada residente.
El primer barómetro común de Avere-Francia indica que muchas residencias colectivas ya han adoptado este enfoque, mostrando una tendencia creciente.
Destacable el crecimiento de los terminales individuales, con un incremento del 17,2% entre el primer trimestre de 2024 y el último trimestre de 2023.
A finales de marzo de este año, Francia tenía 15.996 dispositivos individuales en zonas residenciales colectivas, frente a los 13.643 registrados a finales de diciembre de 2023.
Este incremento solo incluye los puntos de recarga instalados por un operador privado de AFOR.
Además, el programa Advenir ha financiado la instalación de 19.101 unidades de carga individuales a 31 de marzo de 2024.
En cuanto a infraestructura colectiva, casi el 12% de los edificios ya han adoptado este modelo.
De hecho, en ese momento, 28.673 edificios habían aprobado la instalación de infraestructuras colectivas, frente a 26.942 en el último trimestre de 2023, lo que representa un aumento del 6,4%.
Sin embargo, el número efectivamente instalado fue de 8.383, un crecimiento del 15,7% respecto a los 7.248 registrados a finales de 2023.
¿Qué incentivos ofrece Francia?
En el país de la Revolución, como señala el Observatorio Europeo de Combustibles Alternativos, los beneficios del impuesto de matriculación incluyen una exención del 50% para los vehículos totalmente eléctricos y los híbridos enchufables.
Además, en la mayoría de regiones la matriculación de vehículos también es completamente gratuita.
En el sector empresarial, las regulaciones del Boletín Oficial de la Seguridad Social de Francia del 8 de diciembre de 2022 extendieron por dos años, hasta el 31 de diciembre de 2024, la evaluación del Beneficio en Especie (BIK) para las empresas que proporcionan un vehículo eléctrico y una estación de carga a sus empleados.
Para el cálculo de la cotización social no se tendrán en cuenta las tarifas eléctricas pagadas por el empresario por la carga del vehículo, y la prestación se valorará tras una reducción del 50%, con un límite anual de 1.800 euros.
En cuanto a las subvenciones a la compra, el “bono ecológico” del Estado francés ofrece ayuda financiera a quienes compren o arrienden un vehículo de bajas emisiones, ya sea nuevo o de segunda mano.
Por ejemplo, los coches eléctricos con emisiones de CO2 inferiores a 20 g/kilómetro y un valor inferior a 47.000 euros pueden recibir una subvención de 3.000 euros, o hasta 4.000 euros para los vehículos comerciales ligeros.
Para los particulares, si los ingresos del conductor son inferiores a 14.100 euros anuales, la subvención máxima aumenta hasta los 7.000 euros, con incentivos adicionales de hasta 3.000 euros en Zonas de Bajas Emisiones.
Para acceder a estas subvenciones en Francia se deben cumplir ciertos requisitos: ser residente en el país, adquirir o arrendar un vehículo nuevo o usado (en cuyo caso la ayuda es de 1.000 euros), y el vehículo debe ser totalmente eléctrico o híbrido con menos de 50 g/kilómetro de CO2.
Además, el propietario no puede vender el vehículo antes de los 12 meses.
Otros beneficios económicos incluyen el aparcamiento gratuito de hasta dos horas en determinados municipios para vehículos eléctricos con tarjeta verde.
Además, la instalación de estaciones de carga de vehículos eléctricos en hogares privados en Francia disfruta de un tipo de IVA reducido del 5,5%.
Para los edificios de más de dos años, el IVA es del 10% y para los edificios más nuevos, del 20%.
Desde el 1 de enero de 2021, existe un crédito fiscal que cubre el 75% de los costes de compra e instalación de las estaciones de carga, hasta un máximo de 300 euros.
Este trabajo debe ser realizado por una empresa cualificada y reflejado en la factura con los detalles técnicos y el precio del equipo.
Por último, la subvención Advenir también financia la infraestructura de carga de vehículos eléctricos para particulares en edificios colectivos, propietarios, empresas, comunidades y entidades públicas en Francia.