Mientras en Madrid, la ciudad más grande del país, operan más de diez empresas de movilidad compartida. Al igual que en otras ciudades de menor envergadura como Valencia o Málaga.
En Barcelona, la tendencia parece no poder penetrar. Ángel López Rodríguez, Director de la Estrategia de Movilidad Eléctrica de Barcelona, la segunda ciudad en importancia de España, dice a Portal Movilidad España: “No soy un convencido de la movilidad compartida tal como se nos presenta”.
La capital catalana se presenta como uno de los lugares más deseados para desembarcar de las empresas dedicadas a la movilidad compartida, pero su regulación lo impide.
“Tenemos puesto el ojo en Barcelona, porque reúne todas las características para ser una ciudad donde podemos tener cabida y ser rentables”, comenta a Portal Movilidad España el CEO de Zity, Javier Mateos.
Pero, la empresa que pertenece a Mobilize de Renault, no es la única que ha mirado a la ciudad. WiBLE, Free2Move, GoTo, ShareNow, Wifly y Free Now, son otros ejemplos que buscan ingresar.
La explicación del responsable de movilidad en Barcelona comenta que cada coche eléctrico destinado al carsharing tiene solo cuatro usos diarios de aproximadamente 20 minutos, lo que significa dos horas de uso diario.
“Otros vehículos particulares también se utilizan entre una y dos horas, por lo tanto, el hecho de que de que hayan cuatro usos cortos lo que me está indicando es que eso no soluciona el problema”, expresa López.
Además añade y expresa: “Tener un vehículo parado 22 horas no es un negocio a mi parecer”.
En el caso concreto de Wifly, la empresa busca introducirse en Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla, Zaragoza y Bilbao de la mano de sus bicicletas eléctricas y las futuras motocicletas que están prontas a incorporarse.
A diferencia de las demás, esta corre con la ventaja de tener motos que sí están permitidas dentro de la ciudad. Es más, actualmente se ve atravesar ciertos problemas por el incremento en peticiones de licencias.
Un caso diferente es el de Ubeeqo, compañía que sí que opera desde 2016 en la ciudad, con una flota de hasta 550 vehículos que se reparten entre la ciudad de Barcelona y llega hasta ciudades de alrededor como Badalona, Sant Cugat del Vallés y L’Hospitalet de Llobregat.
En los últimos tiempos, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), ha acelerado la apuesta sobre una serie de nuevas estrategias que competen a la movilidad compartida.
Frente a esto, María José Rallo, secretaria general de Transportes y Movilidad de MITMA, plantea: “Llevamos décadas de desarrollismo, 70 años de hacer ciudades por y para los coches, el 70% del espacio público es para el coche privado, y eso está cambiando”.
No se trata de una cuestión de unos pocos, sino que es un efecto que “se está consolidando en todas las instituciones internacionales”.
Por ello, en su paso por el “Mobility Talks”, organizado por Business Insider España, asegura que la verdadera “revolución” radicará en la reducción del espacio público para los coches privados.
De esta manera, el Ministerio da lugar a que los segmentos compartidos y de renting ganen un mayor lugar en su estrategia, pese a que se han registrado en diversas ocasiones cuestionamientos ligados a la falta de protagonismo.
A pesar de estos movimientos, Barcelona permanece en su postura. A Ángel López le parece más eficiente que el transporte público antes que el sharing porque “eso sí que es compartido”.
“Está circulando 16 horas y está ofreciendo el transporte a 12.000 15.000 personas”, sentencia el Director de la Estrategia de Movilidad Eléctrica.
Isabel García Frontera, por el lado de Free Now argumentó en la Cumbre de Portal Movilidad: “No hay que quedarse anclado y hay que adaptarse al modelo de negocio y a las necesidades de las ciudades y de los usuarios. No solo falta regulación, debemos estar en constante evolución y ver los movimientos del presente para el futuro”.
Por otro lado, y viendo un panorama a nivel nacional David Bartolomé director de ShareNow habla de la Ley de Movilidad Sostenible. “Nos gustaría que en esta ley se verbalice de una manera un poco más extensa cuáles son los beneficios de la movilidad compartida y que se le diera un apoyo más concreto”, sostiene.
Desde su lugar como directivo de la compañía y también como representante de la Asociación de Vehículo Compartido de España (AVCE), nota que sí hay un acompañamiento a esta modalidad, pero todavía falta un poco más.
“El sector del carsharing se ha visto beneficiado y reconocido como pieza clave para motivar a una movilidad más eficiente”, dice Javier Mateos, CEO de Zity.
En 2021 las cuatro principales compañías de carsharing flexible de Madrid (SHARE NOW, Free2Move, Zity y WiBLE) fueron incluidas en el Registro de Vehículos.
“Esto supone un paso adelante para el sector del coche compartido flexible en España y un reconocimiento de la Dirección General de Tráfico (DGT) a la importancia del carsharing como pieza clave para la sociedad”, argumenta Mateos.
España, el país más elegido para el carsharing
Los españoles comienzan a dejar de pensar en el auto propio y la tendencia indica que se va camino al crecimiento del sharing, así las estadísticas lo confirman.
Dentro de ese sector, puntualmente, viene el alza el compartir vehículos eléctricos: desde coches a bicicletas. Por ahora está legislado en Madrid y Barcelona, tiende a expandirse cada vez más por el país.
Una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), destaca la preferencia de los españoles hacia los vehículos eléctricos en este tipo de movilidad.
Los usuarios han querido destacar estas plataformas por la facilidad de uso de la aplicación, la sencillez en el método de pago y el fácil manejo del vehículo. También han valorado positivamente el servicio de atención al cliente.
Asimismo, ocho de cada diez usuarios de estos servicios de movilidad compartida consideran que esta fórmula “ha mejorado su movilidad urbana”. Pese a ello, uno de cada tres echa en falta más opciones cerca de su residencia o lugar de trabajo.
El precio es el factor peor valorado por los usuarios, considerando más de la mitad de los encuestados que este servicio es “demasiado caro” para hacer un uso regular.
Además, solo un 31% de los encuestados está satisfecho con la cantidad de infraestructuras municipales para el uso de bicicletas, motos o patinetes compartidos, destacando una notable escasez.