En España no solo cuenta con un amplio despliegue de empresas que fabrican coches eléctricos a lo largo y ancho del país, sino que también, posee una fuerte industria nacional de puntos de recarga.
Es por ello que Madrid, en su transición hacia movilidad de cero emisiones, plantea estrategias que ayuden a la industria a partir de una articulación público-privada.
Ángel Niño, Concejal de Innovación y Emprendimiento del Ayuntamiento, toma posición al respecto:
“Si bien no tenemos una fábrica de coches debido a la idiosincrasia de la ciudad, estamos apostando por subvencionar muchas flotas de vehículos de trabajadores de empresas, y también de trabajadores autónomos para que hagan ese cambio”.
Desde 2020, el Ayuntamiento implementa la aplicación de las medidas contempladas en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, entre las cuales destaca el Plan Cambia 360.
Como resultado de estas acciones, Madrid ha logrado los mejores registros de calidad del aire de la serie histórica, reduciendo a mínimos los niveles de dióxido de nitrógeno.
“Estamos haciendo un esfuerzo por facilitar la transición a una movilidad sostenible. Por eso, ha salido la nueva convocatoria para el cambio de vehículos eléctricos donde están siendo subvencionados tanto los cero emisiones como los eco”, explica Niño.
Además, remarca la apuesta del Gobierno por implantar puntos de recarga en cada rincón de la ciudad. Es así que llegaron a “multiplicarlos por cuatro”.
En los próximos años, Madrid planea añadir cada vez más enchufes con el objetivo de convertirse en terreno 100% eléctrico.
Y aunque para el funcionario resulta fundamental hacer esta transición poniendo en valor la industria española, “también dependemos de unas leyes y una burocracia que tenemos que cumplir”.
Posibles estrategias eMobility para el suelo madrileño
Uno de los factores que destaca el Concejal Niño es la necesidad de que las administraciones públicas instalen puntos de recarga en zonas urbanas y largos desplazamientos.
Pero, ¿Puede ejecutarse efectivamente?
La respuesta es sí, según Niño la forma sería mediante “colaboración público-privada”, haciendo hincapié en desplegar infraestructura de recarga rápida, “pero también enchufes más lentos”.
En este sentido, expresa:
“Para alcanzar el modelo ideal tiene que haber un balance. En muchos casos se puede solucionar con carga rápida, pero también debe haber enchufes lentos porque un vehículo puede estar aparcado toda la noche en un mismo punto. Eso sucede en los parking privados”.
Políticas públicas de Madrid que ponen la vista en la transición
Recientemente, el Ayuntamiento de la ciudad aprobó un programa con seis líneas de subvenciones enmarcadas en el Plan Cambia 360.
Estas ayudas contemplan la adquisición de vehículos para particulares; infraestructuras de recarga eléctrica; micromovilidad; compra de vehículos de mercancías; sector del taxi y sustitución de calderas y sistemas de climatización.
De acuerdo a Borja Carabante, Delegado del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento, desde el Estado siguen de cerca las acciones de otras capitales europeas y las integran, con el objetivo de posicionar a Madrid como la capital de la innovación y la movilidad sostenible.
“Madrid 360 es una estrategia en permanentemente cambio, basada en evaluar y eliminar aquellas medidas que no funcionan e incorporar aquellas que sí lo hacen”, sostiene.
Así, esta política constituye uno de los principales focos que esboza la hoja de ruta de Madrid en su camino hacia la neutralidad climática.
