NeXT, una empresa fundada en 2017, está revolucionando el sector del transporte público con un vehículo nuevo e innovador, considerado «el autobús más corto disponible en el mercado».
Esta moderna invención funciona como un taxi autónomo y cúbico, pero con la diferencia de que puede acoplarse con otras unidades y formar un vehículo tipo autobús.
«Los dos factores más innovadores del producto son la forma, que ahorra espacio, y la modularidad, que permite que cada cápsula se mueva individualmente o junto con otras», comenta Tomaso Gechellin, fundador de NeXT, durante un seminario web organizado por Sustainable Bus Tour.
«Cuando tienes cinco unidades acopladas, tienes más capacidad que un autobús urbano típico de 12 metros, lo que permite acomodar hasta 80 pasajeros«, detalla Gechellin.
NeXT afirma que la transición a este modo de transporte representaría una reducción del 80% del tráfico en las ciudades.
Además de su uso como autobús, también se puede utilizar como transporte VIP en su modo de unidad aislada y como medio de transporte de varios tipos de carga.
Sin embargo, los beneficios de esta creación no se limitan solo a la liberación de espacio.
El diseño de las cápsulas permite una reducción del 50% en los costos en comparación con el transporte público tradicional, como los autobuses convencionales, ya que representa una inversión menor en infraestructura.
Esto se debe a su logística de redistribución en movimiento, que permite que las unidades cambien de dirección según la conveniencia del usuario y luego se realineen cuando sea necesario.
Además, implica hasta un 75% menos de consumo de energía en comparación con los autobuses eléctricos.
Orígenes y objetivos de la empresa. ¿Qué sigue con NeXT?
Durante el seminario web, Tomaso Gechellin también cuenta los inicios de la marca y explica sus motivaciones.
«En un principio, mi objetivo era optimizar el transporte, reducir el tráfico, disminuir el consumo y los costos para los usuarios», comenta el diseñador industrial.
La empresa, nacida en Padua, Italia, lleva más de seis años en el mercado y actualmente cuenta con 18 empleados.
Cuando se le preguntó sobre sus principales mercados, Gechellin destaca que «el más importante está en Dubái, en Oriente Medio, específicamente con el modo VIP, un sistema de taxi compartido sin paradas».
«Funcionan como un enjambre de taxis que pueden acoplarse, y las personas pueden moverse libremente entre ellos cuando están conectados», dice Gechellin.
Por otro lado, un problema crucial para la expansión y el mejor desarrollo de la marca es la legislación global sobre la conducción autónoma.
«La modularidad se puede aplicar ahora con beneficios inmediatos antes de que la conducción autónoma se vuelva legal«, describe NeXT en su página oficial.
Por ahora, las cápsulas deben ser conducidas por un operador, pero proyecta que las implementaciones legislativas cambiarán pronto.
Además, indica que el segundo mercado más relevante es Europa.
«Aquí nos estamos centrando más en el modo autobús, que también puede variar y modificar su capacidad según la demanda», explica Gechellin.
Mirando hacia el futuro, Gechellin afirma: «Esperamos distribuirlo en diferentes destinos pronto».
Otros ejemplos de autobuses autónomos
Los obstáculos legislativos no solo son un impedimento para NeXT, sino para todos los fabricantes que intentan ingresar a nuevos mercados para diversificar la presencia de sus vehículos.
Un ejemplo relevante es Karsan, una empresa turca especializada en autobuses comerciales con versiones eléctricas, bajo consumo y/o capacidades autónomas.
Fundada en 1966, la empresa, con una larga tradición en su país, está altamente comprometida con la movilidad sostenible y el bienestar del ecosistema.
En mayo del año pasado, la empresa turca lanzó la primera unidad de su E-Tak en Noruega, marcando el hito de un vehículo de pasajeros sin conductor que circula por las calles del continente europeo.
Sin embargo, la empresa enfrenta desafíos al intentar ingresar a países como España, donde la legislación al respecto es menos flexible.
En este sentido, Ángel Estrella, representante de la empresa en España, afirma que «se necesitan reglas más ágiles que respondan a lo que está sucediendo. ¿Por qué se puede hacer en Noruega y no aquí?».