Sin duda, uno de los mercados más fuertes de Alemania es la industria automovilística, que actualmente debe adaptarse a la movilidad eléctrica.
En este marco, el país vive diversos altibajos, principalmente en las matriculaciones de vehículos eléctricos, que mostraron una caída del 14% en el primer trimestre del año respecto a 2023.
En este contexto, Mobility Portal Europe dialoga con Julia Loder, quien, para su tesis doctoral en la Universidad de St. Gallen, ha investigado la interacción entre las empresas y las políticas públicas alemanas para lograr una economía baja en carbono.
Como punto de partida, Loder señala que las recientes noticias sobre el descenso de las ventas de coches eléctricos en su país «está provocando miedo en algunos sectores«.
“Pensábamos que la movilidad eléctrica iba a ser el futuro, entonces, ¿por qué tenemos este revés ahora?”, señala.
Para responder a esta pregunta, la investigadora cita a Julia Poliscanova, Directora Senior de Vehículos y Movilidad de Transport&Environment (T&E).
“Durante el Nordic EV Summit ella mencionó que el desarrollo de un mercado nunca es solo una línea recta hacia arriba, sino que siempre tiene algunos altibajos y creo que estamos en uno de estos bajones, pero volveremos a subir”, enfatiza.
En cierto sentido, este descenso “no ha sido una sorpresa”, considerando la eliminación del bono ambiental en diciembre de 2023.
Actualmente, los precios de la mayoría de los vehículos eléctricos son más elevados que los de combustión interna, principalmente por la batería que llevan.
Los costes son un factor importante a la hora de que el usuario decida si pasarse a esta movilidad sostenible.
Por tanto, contar con subvenciones sigue siendo un incentivo determinante.
A pesar de ello, los principales fabricantes de automóviles alemanes decidieron rápidamente ofrecer descuentos para continuar con sus ventas.
Pero, ¿realmente estos descuentos estaban dirigidos a fomentar la movilidad eléctrica o se aplicaron para no perder ventas?
En su investigación de posgrado, Loder se centra en los tres principales fabricantes de automóviles alemanes: Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz.
En este sentido, es importante señalar que Volkswagen se posiciona como una marca con una oferta dirigida al público en general, como sugiere su nombre: “Volk” significa “pueblo” y “Wagen” “automóvil” en alemán.
Mientras que Mercedes-Benz y BMW son empresas que se centran principalmente en el segmento de automóviles de lujo.
«Las tres empresas han anunciado objetivos climáticos, pero con diferentes niveles de ambición«, explica Loder.
En este contexto, respecto a la respuesta de las marcas a la eliminación del bono ambiental, explica:
“Considero que para VW reducir el precio es una forma de hacer que sus coches sean realmente asequibles para más personas y así permanecer fieles al propósito que han tenido desde su fundación”.
“Y para Mercedes y BMW, reducir los precios quizás tenga un poco más que ver también con la fuerte competencia, pero quizás hay ciertos límites a la hora de hacerlo porque aún quieren que el producto sea percibido como lujo”, agrega.
Sin embargo, la competencia no es solo interna, sino que también incluye al fuerte mercado de vehículos eléctricos de China, que está ingresando cada vez con más fuerza, no solo en Alemania sino también en Europa en general.
Además, la marca asiática BYD será el patrocinador oficial de la Eurocopa que se celebrará en junio en Alemania.
Al respecto, Loder analiza que esto puede preocupar en parte a los fabricantes locales, pero “ellos también venden y quieren vender sus coches en China”.
“Por un lado son competidores, pero también colaboran con algunos”, subraya.
¿El precio es el único determinante que influye en la decisión de los compradores al adquirir EVs?
“El precio es un factor, pero no el único”, confirma a este respecto Julia Loder.
En una de las tres investigaciones que realizó, la estudiante de posgrado concluyó que los potenciales compradores privados también consideran el costo total del coche a lo largo de su ciclo de vida.
En este sentido, se está demostrando que los vehículos eléctricos son más baratos de mantener que un coche con motor de combustión interna, lo que podría ser un incentivo para pasarse a uno sostenible.
“La pregunta siempre es: ¿qué tan caro es cargar, de dónde viene la electricidad y cuál es mi acceso a la infraestructura de carga disponible?«, explica.
¿Qué llevó a Julia Loder a elegir la electromovilidad para su tesis?
Siempre ha estado interesada en la sostenibilidad y el cambio climático, lo que la llevó a escribir su tesis de maestría sobre por qué las empresas eligen ser verdes, analizando específicamente la iniciativa RE100.
“Luego continué con mi tesis, donde iba a analizar la intersección entre el Estado y las políticas, por un lado, y los negocios o emprendimientos, por el otro”, detalla.
Esto se debe a su curiosidad sobre cómo las empresas también influyen en las políticas en el ámbito del cambio climático y la energía.
En este contexto, destaca que en el sector energético el objetivo ya está bastante claro en Alemania, donde se ha decidido eliminar progresivamente el carbón y la energía nuclear.
“En Alemania ya hemos eliminado progresivamente la energía nuclear y estamos eliminando progresivamente el carbón. Está claro que avanzamos hacia las energías renovables«, apunta.
En este camino, finalmente arribó al sector de la movilidad eléctrica y sostenible, y decidió analizar este sector en Alemania.
“Por ello fue que comencé a mirar a los fabricantes de automóviles y al final mis tres trabajos en la disertación analizan el nivel de políticas, el nivel de la empresa y el nivel del consumidor individual”, detalla.
Entonces, ¿tiene futuro la electromovilidad en el país?
«Creo que la expansión del mercado de vehículos eléctricos continuará, aunque no puedo determinar con qué rapidez se producirá», concluye Julia Loder.