El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MINCOTUR) ha publicado este viernes en el Boletín Oficial de Estado (BOE) la convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del vehículo eléctrico y conectado (Perte VEC).
Las bases establecen que de los 2.975 millones de euros, que se imputarán a los Presupuestos Generales del Estado para 2022 y 2023, 1.550 (un 52,1%) se reservan para subvenciones y 1.425 (47,9%) para préstamos.
Entre las principales novedades que incluye la convocatoria se encuentra que para la realización de las actuaciones los plazos son más cortos que los presentados en un principio.
El plazo que se ha fijado es el de 30 meses desde la fecha de resolución de la concesión.
Este último límite es nuevo respecto a la orden de bases, en donde se establecía el 30 de septiembre de ese mismo año. Esa fecha es la elegida ahora para la justificación de los proyectos.
El adelanto de tres meses obedece a la necesidad del Ministerio de Industria de contar con tiempo suficiente para presentar a la Unión Europea todos los detalles de la justificación del gasto del programa dentro de los tiempos que se han marcado.
Otra de las novedades en los plazos, en la convocatoria se encuentra que la presentación de las solicitudes comenzará el 1 de abril y finalizará el 3 de mayo, para un programa en el que los tipos de interés serán del 0%.
Los solicitantes tendrán un plazo de amortización de 10 años y un periodo de carencia de tres.
Los beneficiarios podrán elegir si solicitan una subvención, un préstamo reembolsable o una combinación de ambos.
En total, las ayudas, bien sean préstamos o subvenciones no reembolsables, podrán cubrir un máximo del 80%, excepto en las líneas de ayudas regionales a la inversión que será de un fijo del 75%.
Las iniciativas que financia el PERTE
Las iniciativas que financiará este instrumento se dividen en tres grandes grupos:
- Bloques industriales de carácter obligatorio: serán principalmente ayudas a la fabricación de equipos originales y ensamblaje, baterías o pilas de hidrógeno y otros componentes esenciales adaptados al vehículo eléctrico y conectado.
- Bloques de carácter adicional, complementarios a los obligatorios: incluye la fabricación de componentes del vehículo inteligente, la conectividad del vehículo eléctrico y la fabricación de sistemas de recarga.
- Bloques transversales de carácter obligatorio: está centrado en el avance del plan de economía circular, el plan de digitalización y el plan de formación y reciclaje profesional, todas actividades destinadas a formar parte de la actividad rutinaria de las plantas españolas.
Los interesados en la convocatoria
Hay una serie de actores que se posicionan fuertemente para obtener una porción de los casi 3.000 millones de euros que están dispuestos.
Por una parte se encuentra el proyecto liderado por Seat y el grupo Volkswagen para el desarrollo del coche eléctrico en Martorell, el cual cumple con todos los requisitos para optar a las ayudas.
Mediante el mismo el grupo alemán busca comenzar a ensamblar tres modelos eléctricos de las marcas Cupra, Skoda y Volkswagen.
Según los detalles dados hasta el momento esta iniciativa cuenta con una previsión ya de llegar a los 500.000 vehículos al año y a un volumen global de 900.000, teniendo en cuenta las unidades a fabricar en Pamplona.
Dentro de este plan se ven incluidos actores tales como Telefónica, Iberdrola y CaixaBank, como así también Gestamp, Ficosa, Antolín y Sesé.
También, por su parte el hub de la electromovilidad que busca asentarse en las instalaciones de Nissan en Barcelona es otra de las iniciativas que ya se posiciona como una de las más resonantes dentro de las posibles convocatorias.
Finalmente entre otros tantos, está el ambicioso plan de Volkswagen por medio del cual será protagonista de una de las principales inversiones previstas dentro del PERTE del vehículo eléctrico.
Los planes de están basados en el despliegue de una planta que se enfoque en la producción de celdas de baterías y que las mismas sirvan para abastecer las fábricas automotrices de la firma que están ubicadas en Barcelona y Pamplona.
De esta manera, cabe resaltar que el desarrollo de esta infraestructura es clave para que las plantas españolas ganen atractivo para los fabricantes.
Se debe a que los cambios estructurales han llevado a que las baterías se conviertan en el elemento central tanto por sus costes como por la complejidad logística.
Es por ello, que se espera que este sea uno de los principales proyectos que permita que España gane un posicionamiento más firme como fabricante en la región.
Detrás de esta inversión hay cuatro Comunidades Autónomas que esperan ser las elegidas para la instalación: Extremadura, Aragón, Valencia y Cataluña.