Para el 1 de enero de 2023, el Real Decreto, que establece cuántos puntos de recarga se deben instalar por cada parking, vencerá su plazo. Pero, para esa fecha ninguna empresa de aparcamiento podrá llegar a cumplirlo.
La pregunta que surge es: ¿Por qué? En conversación con Portal Movilidad España, Miguel Torres Gil, Technical Area Manager en Saba Group, trata de dilucidar este interrogante.
“Existieron ciudades que han tenido una gran demanda y eso nos fue de gran ayuda, pero en otras ha sido casi nula. Lo hemos intentado, sin embargo hay muy poca homogeneidad”, comenta.
En ciudades como Barcelona, Madrid, Alicante, entre otras, Saba pudo hasta superar lo solicitado por el Real Decreto y actualmente se encuentra realizando más proyectos en esta materia.
Pero, en cuanto al resto de las ciudades, que son más pequeñas o que los vehículos eléctricos que circulan son los menos, fue difícil de llevar a cabo.
El dato que presenta Torres es que Saba ha cumplido con el 60% de su objetivo, superior al de otros competidores. El restante 40% se debe a la causa mencionada anteriormente.
“Nosotros empezamos mucho antes de que la norma lo exigiera (2018), pero es verdad que nos implantamos en función de la demanda”, afirma el Technical Area Manager.
En las instalaciones en donde Saba tiene instalados puntos de recarga suceden dos situaciones opuestas: tiene cargadores que han sido demandados por más de siete horas y, sin embargo, en otros lugares no han sido utilizados.
Este dato que comenta Torres demuestra la falta de homogeneidad en el territorio español en cuanto a la distribución de vehículos eléctricos.
Las cifras marcan que Madrid y Barcelona aglutinan la mayor parte de los coches propulsados totalmente por electricidad. En consecuencia, los puntos de recarga son demandados.
“Es verdad que el usuario que es muy asiduo a las instalaciones es minoritario y esto hace que los ratios de utilización crezcan”, explica Torres.
El Technical Area Manager añade: “Estamos haciendo lo posible para cumplir con la norma, intentamos dar servicio donde hace falta”.
Pero, además del inconveniente territorial existe una “duda” que instaura el mismo Real Decreto: no existen mecanismos de regulación e, incluso, sancionadores.
“No sabemos qué va a pasar cuando haya operadores que no cumplan. Porque habrá una exigencia normativa y, de momento, no sabemos ni siquiera quién es el agente que va a hacer el control de este incumplimiento”, comenta Torres.
Por otro lado: avances en movilidad eléctrica
Saba Group tiene proyectos que comenzaron este año. Tienen que ver con la implantación de pérgolas fotovoltaicas con baterías de acumulación para entregar energía a los cargadores.
Se están llevando a cabo en dos estacionamientos: Playa de Aro, Girona y Sant Pau, Barcelona.
Han sido los escogidos para hacer estas primeras pruebas piloto y, desde lo que comentaron, los resultados están siendo positivos.
“Muy probablemente establezcamos una ruta para planificar más actuaciones en esta materia”, sostiene Torres.