El sector de la automoción se está enfrentando a grandes cambios. El paso a la electromovilidad requiere de una serie de pasos que deben darse teniendo en cuenta a toda la cadena de valor, inclusive los sindicatos de trabajadores.
En lo que respecta al caso español, esto parece no ser así, según las declaraciones de Jordi Carmona, responsable del Sector Automovilístico de la Federación de Industria, Construcción y Agro de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT FICA).
Hace ya meses se reclama la reactivación de la mesa encargada de abordar este contexto, pero desde hace años no se ha concretado una reunión de la misma.
“Siempre hemos dicho que estamos en una posición competitiva y productiva dentro de la Unión Europea, pero esto no quiere decir que tengamos que hacer cosas y tomar medidas junto con el Gobierno y el ministerio de Industria”, asegura el vocero en diálogo con Portal Movilidad España.
A lo que agrega: “La realidad es que los resultados de todo esto será lo que determine si la transición tendrá una repercusión más o menos negativa en cuanto al empleo”.
Este escenario se va complejizando si se coloca la lupa sobre las cuestiones que hay en juego.
En los próximos meses, debería definirse cómo se procederá a ejecutar la segunda convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para el desarrollo del vehículo eléctrico, pero los sindicatos aún no han sido consultados al respecto.
Asimismo, en medio de toda esta gestión se ha anunciado una serie de modificaciones dentro de la cartera encargada de estas ejecuciones, la cual deberá enfrentar la salida de su máxima autoridad: Reyes Maroto.
Lanzándose una vez más a la política, la ministra irá tras la Alcaldía de Madrid en representación del PSOE, lo que la hará desligarse de sus funciones dentro de Industria.
“Estamos alegres por el paso que busca dar Maroto, pero nuestro principal temor es el impasse en el que puede quedar el Ministerio mientras que se ejecutan las modificaciones pertinentes”, alerta en este sentido Jordi Carmona.
¿Qué podría suceder si todo queda frenado? Para el vocero de UGT Fica no hay muchas alternativas para ese caso: deberán optar por las movilizaciones de los trabajadores.
Pero, mientras tanto, continúan esperanzados de que se dé respuesta a las solicitudes de reactivar la Mesa de Automoción, de la cual hasta el momento no ha habido noticias claras.
Otro punto importante, que no se escapa de la agenda del sindicato, son los acuerdos a los que deben llegar junto al Gobierno para asegurar que en el paso a la movilidad eléctrica no descuide a quienes responden al sector. Es aquí donde se pone el acento.
Cabe recordar que desde el principio de la pandemia este espacio se ha estado colocando a favor de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) como instrumentos de colaboración público privada para garantizar la transformación de la economía española.
Pero pese a esto, se ha criticado que no se haya contado con la participación de los sindicatos para definir el conjunto de medidas necesarias para facilitar el cambio de modelo productivo basado en la industria.
La ausencia allí ya ha propiciado el abandono de una parte sustancial del tejido industrial, como es el que forman el medio millón de personas trabajadoras del ámbito de los concesionarios, los talleres, ITVs y las empresas distribuidoras de automóviles que, al igual que las empresas constructoras y de componentes, constituyen una parte fundamental de la industria del automóvil.