Demoras de entre cuatro y seis meses, como mínimo, para la entrega de un vehículo en España. A la crisis de microchips ahora se le suman retrasos en el transporte de puerto al concesionario.
Es así como lo afirma Felix Garcia Fernández, director de comunicación de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) en declaraciones con TVE.
Imágenes han circulado de miles de coches que están en el puerto de Figueras y todavía no son entregados a sus compradores. Según pudo comprobar Portal Movilidad España, consultando directamente con ANFAC, es que entre ellos hay híbridos enchufables, híbridos y eléctricos.
La frase que le mencionaron a este medio es: “Lo más probable es que haya vehículos de todo tipo”. Pero, aún, no se pudo comprobar cuál es la cifra total de coches atascados ni tampoco su clasificación por tecnología de propulsión.
Pero, ¿a qué se debe semejante crisis? Existe una crisis con los transportistas, y no, no están de paro como en noviembre del 2022.
El cuello de botella logístico se produce por una falta de profesionales para llevar las cargas desde el puerto a los concesionarios para que los coches sean entregados a sus dueños.
Alrededor de 800 transportistas pasaron a otro sector o abandonaron la profesión, así detalla García Fernández quién comenta haber consultado a la patronal que engloba a los profesionales. Por lo tanto, son 800 camiones menos en funcionamiento.
Por ello, hay demoras de hasta 11 meses en la entrega de vehículos eléctricos o de cualquier otra tipología. Siempre esta demora dependerá del fabricante y del modelo.
De principio, y por la crisis de suministros y microchips, existía una demora de tres meses para que un coche sea entregado y ahora se suma la de los transportistas.
Además, comienza a verse afectado el coste del vehículo. Esto último, corresponde en gran medida a la crisis de suministros producida por la guerra en Ucrania.
Por ejemplo, el precio del vidrio que compone a los vehículos ha aumentado. Es que el país del este europeo es uno de los mayores productores de este material. Esta cadena termina afectando al cliente final en propiedad (el segundo en importancia del país).
Además, la espera tampoco es exacta. Según relata García Fernández, si se le informa al comprador que la demora será de tres meses, esta puede ser aún mayor. Todo dependerá de la disponibilidad de los suministros y del transporte.
Actualmente, para solucionar el problema logístico, desde ANFAC están instando a los concesionarios a que si tienen la posibilidad de transportar el vehículo desde el puerto a sus instalaciones, lo hagan.
“Se trata junto con los concesionarios ser lo más flexible posible para acortar los plazos”, afirmó el director de comunicación.