QEV ha cobrado el 90% de las ayudas otorgadas por el Perte del Vehículo Eléctrico (VEC) a pesar de que sus pérdidas el año pasado se triplicaron, hasta 4,7 millones de euros, lo que supone que la empresa ha cerrado por tercer año consecutivo en números rojos, según las últimas cuentas publicadas en el Registro Mercantil.
Además, el auditor, aunque avala las cuentas, admite de que no hay certeza sobre la viabilidad económica de sus proyectos de I+D, valorados en 11 millones.
«Existe el riesgo de no disponer de la información suficiente que nos permita comprobar su correcta activación y la certeza sobre la viabilidad económico-comercial futura de cada uno de los proyectos, constituyendo este uno de los requisitos fundamentales para capitalizar los gastos de investigación y desarrollo», informa el auditor en las cuentas.
Lo cierto es que las fuentes del sector consultadas por medios locales comparten las dudas sobre el futuro de la antigua Nissan Zona Franca, más viendo la lentitud a la hora de ejecutar las contrataciones previstas y como tuvo que rebajar sus previsiones de ingresos de 2023 en un 65% —de entre los 60 y 80 millones que comunicó en agosto a los 28 millones fijados en noviembre.
La sensación de estas mismas voces es que únicamente firmar el acuerdo para montar los vehículos de Chery, con el que la marca china se ahorraría los aranceles europeos a la importación de vehículos, es garantía para sacar adelante el proyecto de QEV.
En la misma línea se expresó Javier Pacheco, responsable de CCOO en Cataluña, hace un mes: «Sin Chery el proyecto no tiene recorrido», dijo.
Y eso que el D-Hub —la empresa que comparte con QEV— ya avisó que pedirá hasta 63 millones en las próximas convocatorias del Perte VEC. Mientras, el plazo para comenzar a ensamblar las primeras furgonetas Zeroid —la marca propia— se acerca. De hecho, debe ser en el primer trimestre de 2024, pero nadie se atreve ya a asegurarlo.
Ayudas públicas
En el primer trimestre del 2023, QEV recibió el primer pago del Perte, un 90% de las ayudas —19,9 millones de euros—. Se estima que en los primeros meses de este año recibirán el 10% restante. La cuantía total de dichas ayudas asciende a 24 millones, de los cuales 22,2 millones son subvenciones y el resto son préstamos.
El objetivo de estas ayudas es que la empresa pueda llevar a cabo sus proyectos y «afrontar el lanzamiento comercial de los productos de la división de movilidad eléctrica donde el objetivo es finalizar y homologar los primeros desarrollos de furgonetas, camiones y autobuses eléctricos y de hidrógeno y arrancar con su proceso de fabricación a través del proyecto D-Hub», refleja el informe anual.
Por otro lado, la deuda de la empresa sigue creciendo, mientras los ingresos crecen a un ritmo más lento.
El endeudamiento total de la empresa asciende ya 22,02 millones de euros, un 25,4% más que hace tres años, cuando era de 17,5 millones.
Sin embargo, la cifra de negocio, aunque lentamente, la cifra de negocios ha recuperado los niveles prepandemia, situándose en 13,4 millones en 2022, un 3,87% más que el año anterior.
Según informa: El Economista.