El camino hacia una flota de buses 100% eléctricos en Quito toma un nuevo rumbo tras los resultados de una consultoría realizada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) con la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito (EPMTP).
El estudio, que se centró en la electromovilidad y accesibilidad, tiene como objetivo modernizar el sistema de transporte de la capital ecuatoriana, haciéndolo más limpio, sostenible y equitativo.
“Parte de este proceso fue el diagnóstico, donde algunos puntos revelaron calificaciones deficientes. Considero crucial conocer nuestra situación actual para entender hacia dónde debemos dirigirnos, qué cambios deben implementarse y dónde podemos mejorar”, adelanta Xavier Vazquez, gerente General de EPMTP.
Inicialmente, se había anunciado a Mobility Portal Latinoamérica que, tras la finalización del informe, se iniciaría el proceso de licitaciones para la adquisición de buses eléctricos por parte de empresas especializadas, con fecha estimada en junio de este año.
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Sin embargo, los resultados técnicos llevan a un cambio de estrategia. ¿La razón? Se identificaron deficiencias en la infraestructura de carga y otros aspectos técnicos esenciales para el funcionamiento de una flota de buses eléctricos.
“Aunque avanzamos, aún debemos trabajar en algunos aspectos de la infraestructura de carga, como el espacio físico y otros detalles relacionados. La consultoría nos ha proporcionado ciertos insumos, pero ahora necesitamos definir exactamente qué necesitamos”, revela.
Aquí vale destacar que, aunque USAID está brindando apoyo técnico para la consultoría, la adquisición de los buses eléctricos es competencia exclusiva de la Empresa de Pasajeros.
Entonces, ¿cuáles son los pasos a seguir?
“Necesitamos definiciones claras de política pública por parte del administrador del sistema, que es la Secretaría de Movilidad. Ellos deben especificar dónde operamos actualmente y dónde operaremos en el futuro”, comenta el gerente.
Solo a partir de esa resolución podrán ubicar la infraestructura necesaria en el lugar adecuado y comenzar con las adaptaciones requeridas. “Esto implica hacer contrataciones y todos los preparativos necesarios, más allá de la documentación”, sostiene.
En su hoja de ruta, la EPMTP siempre consideró realizar un estudio detallado como parte de su “prioridad”.
“Necesitamos saber dónde operamos y qué rutas consideramos viables, entre las ocho opciones disponibles. Luego del estudio determinaremos si el tipo de bus propuesto es adecuado para estas características”, explica.
Una vez se tengan estas definiciones claras, se procederá con la ubicación exacta de la infraestructura, incluyendo el patio de carga, la distribución y la contratación para su implementación.
“Será crucial determinar el tipo de electrólito necesario y todos los detalles relacionados con el proceso de adquisición de los buses para Quito”, agrega.
Además, en cuanto al tipo de buses, Vazquez señala que en la ciudad se utilizan “buses de tipo de cama alta”, que están homologados y aceptados.
“Si decidimos continuar con este tipo de bus, debemos considerar los tiempos y las especificaciones adicionales que implica su adquisición y operación”, indica.
El mercado ofrece diversas opciones, con varios fabricantes participantes en la producción de buses cama alta, lo que permite personalizar más las necesidades de la ciudad.
¿Qué aspectos estudió la consultoría para adquirir buses eléctricos en Quito?
La iniciativa forma parte del proyecto de modernización de la empresa, que cuenta con más de 28 años en funcionamiento y, a su vez, se enmarca dentro del Plan Maestro de Movilidad 2022-2042.
Entre los proyectos a lograr en 20 años, se dispone la inclusión de la movilidad eléctrica para los corredores de buses.
La consultoría realizada constó de cuatro componentes principales:
- Viabilidad de la tecnología retrofit para buses articulados: Se evaluó la posibilidad de adaptar buses articulados existentes con tecnología eléctrica.
- Evaluación de la infraestructura de carga para trolebuses: Se revisó el estado de las subestaciones, las líneas de contacto y todo el equipamiento relacionado a lo largo de un tramo importante.
- Desarrollo de buses eléctricos para ocho rutas: Se analizó qué tipos de buses eléctricos podrían soportar la carga eléctrica necesaria, considerando la capacidad y las especificaciones técnicas para cada ruta.
- Accesibilidad: Se examinó si la empresa está cumpliendo con un servicio inclusivo desde las perspectivas física, sensorial y cognitiva, asegurando que todos los usuarios puedan utilizar el transporte de manera autónoma e independiente.