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julio 5, 2024
Inés Platini
By Inés Platini

Robo de cobre en cargadores: Elon Musk se anticipa y gana la solución al desafío eMobility

Luego de varias denuncias sobre el vandalismo en cargadores y robos de cables, tanto los fabricantes como los CPOs están en plena búsqueda de una solución que Tesla ya ha implementado. ¿De qué se trata?
Robo de cobre en cargadores: Elon Musk se anticipa y gana la solución al desafío eMobility
commercial@strategicenergy.com

Reus, Tarragona, Baix Penedès y Bages son algunas de las regiones que se han visto afectadas por el robo de cables en los cargadores en los últimos meses.

Un problema que también se observa fuera de España, en ubicaciones como los Países Bajos y Alemania, donde sufren estos actos vandálicos que generalmente ocurren durante la noche.

La motivación es hurtar el cobre que se encuentra dentro de las mangueras, cuyo valor en el mercado puede alcanzar los 30 euros.

¿Cuál es la solución que Tesla implementó desde el principio para evitar estas sustracciones?

“Los Superchargers cuentan con un plus en términos de seguridad, ya que muchos de ellos se encuentran videovigilados”, asegura Elis Álvarez González a Mobility Portal España.

A modo de ejemplo, el experto señala que los radares para medir la velocidad en las autopistas contienen mayor cantidad de cobre que los dispositivos para abastecer un coche eléctrico, pero rara vez son objeto de robos. 

Elis Álvarez González, CEO de Smart Wallboxes.

¿Por qué? Por la presencia constante de cámaras de vigilancia junto a ellos.

En cambio, los puntos de recarga carecen de protección adecuada, lo que facilita que durante el horario nocturno alguien pueda “acercarse, cortar la manguera y llevársela”.

Debido a que el cable no tiene corriente hasta que el vehículo se conecta, resulta muy sencillo cortarlo y puede ser fraccionado de la manera que se quiera.

Esta constituye la razón principal para sustraerlo, ya que el valor comercial del material no es elevado.

Mientras que la inversión que deben realizar los operadores de puntos de recarga (CPOs) por la reparación del equipo es de más de 1.000 euros, alcanzando en algunos casos los 8.000 euros.

De igual manera sería efectivo implementar sistemas de alarma con dispositivos sonoros y ópticos que se activaran en caso de intento de robo o vandalismo.

Y el sistema de seguridad no es la única ventaja con la que cuentan los usuarios de Tesla

Estos equipos, además, están ubicados en emplazamientos estratégicos, como recintos cerrados, protegidos o en áreas privadas, como hoteles y restaurantes.

Esto no solo beneficia a los usuarios de los cargadores de Elon Musk, sino que también representa una oportunidad para estos establecimientos.

La razón radica en que los conductores que se detienen a recargar suelen ingresar a consumir, generando ingresos adicionales.

“Tesla ha sido pionero en realizar instalaciones diseñadas y pensadas para prevenir estas situaciones, principalmente porque no pueden dejar equipos de ese valor en sitios remotos y sin vigilancia”, sostiene el experto.

Esto ha desencadenado en que, últimamente, las ubicaciones privadas se conviertan en las preferidas por los CPOs.

Esto se refleja en las significativas inversiones que se están realizando para asegurar las licitaciones de estas locaciones.

Su atractivo se ve reforzado por el alto flujo de vehículos y personas que las visitan, lo que proporciona una gran visibilidad a la marca.

Es importante destacar que al proteger sus dispositivos, Tesla proporciona seguridad a sus clientes al garantizar que siempre estén disponibles y en funcionamiento.

“No hay necesidad de preocuparse por buscar un cargador, ya que básicamente no existe el problema de no saber si estará operativo, si estará ocupado, si ha sido vandalizado, si le han cortado la manguera u otros inconvenientes”, afirma.

A lo largo y ancho del país, la empresa de Musk ya cuenta con más de 50 estaciones de Supercargadores y cerca de 400 puntos de carga individuales.

Estos se suman al número total instalado a nivel nacional, que actualmente asciende a 41.067 dispositivos, de los cuales 8.645 están fuera de servicio, dejando 32.422 operativos.

De acuerdo a la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), España se mantiene en el antepenúltimo puesto con una puntuación de 7,6 a nivel europeo, solo superando a República Checa (5,8) y Hungría (3,7).

Pese a ello, muestra un avance de 0,9 puntos en comparación con la última edición del Barómetro de Electromovilidad.

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