La nueva herramienta de Coste Total de Propiedad (TCO por sus siglas en inglés) de Volvo Trucks permite a los clientes tomar decisiones basadas en hechos sobre el impacto de compra y operación de camiones eléctricos.
Mediante la evaluación de distintas variables personalizadas, la tecnología arroja a clientes interesados en electrificar su flota el resultado neto que puede lograr a partir de la inversión.
El TCO fue una de las novedades con las que la empresa sueca cerró el 2022 y hoy está disponible para los concesionarios de vehículos eléctricos certificados de la marca.
El dispositivo en principio fue creado para demostrar los beneficios financieros y ambientales del modelo Volvo VNR Electric; la opción estrella de vehículos eléctricos pesados de Volvo.
Peter Voorhoeve, presidente de Volvo Trucks North America, relata que la compañía cuenta con un gran equipo dedicado al segmento de la electromovilidad que intenta responder a cómo y cuándo un camión eléctrico es rentable.
Explica que los clientes comienzan pidiendo asesoramiento para una estrategia de sostenibilidad y luego de que suman vehículos eléctricos a su flota pasan a preguntar por el precio de coste y los beneficios.
El objetivo del TCO es permitir la toma de decisiones basadas en hechos sobre el impacto de comprar y operar camiones eléctricos.
“Todavía hay un montón de opiniones en el área de la electromovilidad. De esta forma basada en hechos se puede determinar qué está sucediendo, qué es lógico y facilitar el proceso de la toma de decisión”, explica Voorhoeve.
La empresa promulga la idea que si bien los camiones a batería requieren una inversión de compra inicial más alta, no es el factor determinante para evaluar la inversión de su implementación.
Además del precio de compra, hay que considerar múltiples costos fijos y variables a lo largo de la vida útil del vehículo como el mantenimiento, el abastecimiento de combustible, la financiación y los créditos fiscales.
“Los clientes pueden beneficiarse de los programas de financiación e incentivos disponibles, además de lograr un progreso significativo hacia los objetivos de sostenibilidad”, considera el presidente.
A través de sus funciones, la herramienta muestra un análisis geolocalizado de cómo los incentivos estatales sobre camiones e infraestructura influyen en el costo inicial de compra o en el largo plazo.
A su vez, la herramienta proporciona a las flotas una comparación transparente del costo de por vida entre los camiones eléctricos a batería y los a diésel.
Esta comparativa incluye los costos de reparación y mantenimiento, el precio actual del combustible diésel y la electricidad, y el costo estimado para comprar e instalar infraestructura de carga o abastecimiento de combustible.
En la página web de la marca se puede acceder a una comparación preliminar de distintos aspectos entre un modelo a diésel y su equivalente eléctrico, para estimar costos según si se es gerente de una flota o conductor de un coche de empresa.
“Cuando ves los números en un papel, entonces puedes empezar de manera efectiva”, remata Voorhoeve.
La política de electromovilidad de Volvo es ayudar a los clientes a implementar soluciones económicas, ambientales, sociales y de gobernanza.
Volvo VNR Electric
Los últimos modelos VNR Electric cuentan con una mejora de hasta el 85 % en el alcance, carga más rápida y más cantidad de configuraciones.
La primera generación de los mismos ofrecían un alcance operativo de hasta 240 km. Por su parte, la versión mejorada del cuenta con un alcance operativo de hasta 440 km, y una batería con capacidad de 565 kWh.
La marca desarrolló un sistema ampliado de seis baterías que permiten cubrir hasta 275 millas con una sola carga, haciendo que la electrificación sea viable para una amplia gama de operaciones de flotas locales y regionales.
Cabe recordar que la ambición de la empresa es comenzar la venta de camiones eléctricos impulsados por celdas de hidrógeno a partir de 2025, y que para 2040 toda su gama de productos esté libre de combustibles fósiles.