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julio 10, 2024
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By Lucia Colaluce

La sorprendente victoria de la izquierda francesa aporta un soplo de aire fresco a la electromovilidad

La victoria de la coalición de izquierdas supone un respiro para el sector de la electromovilidad y abre nuevas expectativas para las políticas verdes del país. ¿Conseguirá el Nuevo Frente Popular formar las alianzas necesarias para cumplir sus promesas de reindustrialización?
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En la segunda vuelta de las recientes elecciones parlamentarias en Francia, la coalición de izquierda emergió como la fuerza dominante , superando a la extrema derecha en una contienda marcada por la división del electorado entre izquierda, centro y derecha.

Dada la “amenaza potencial” que plantea el partido Rassemblement National de Marine Le Pen , que había considerado retirarse del Pacto Verde y del Acuerdo de París, este resultado ha aliviado tanto al sector de la electromovilidad como a la población francesa.

Afortunadamente para la industria, el programa del Nuevo Frente Popular (NPF) incluye un plan de reconstrucción industrial para poner fin a la dependencia del país y de Europa de áreas estratégicas, incluidos los vehículos eléctricos.

Esto implica aumentar la infraestructura y la capacidad de producción para fabricar más coches eléctricos y sus componentes, como baterías, motores eléctricos, sistemas de carga y otras tecnologías asociadas.

Este proceso incluye ampliar la producción en términos de volumen y desarrollar tecnologías más avanzadas y eficientes para mejorar la competitividad y la sostenibilidad de la industria de los vehículos eléctricos.

Además, puede implicar iniciativas para garantizar cadenas de suministro sostenibles y reducir la dependencia de componentes clave importados como las baterías, promoviendo así la autonomía industrial y tecnológica local en el sector de la movilidad eléctrica.

Además, el plan podría continuar la iniciativa de Emmanuel Macron de instalar gigafábricas en todo el país o incluso atraer la producción de modelos eléctricos de marcas ya establecidas en el país.

El NPF no ha detallado otros planes relacionados con la electromovilidad, por lo que es crucial esperar la nueva composición de la Asamblea Nacional para ver si se reanudarán legislaciones como la propuesta de Damien Adam para la electrificación de las flotas corporativas .

Tras el anuncio de elecciones parlamentarias anticipadas en Francia y la previa disolución de la Asamblea Nacional, este proyecto fue suspendido.

Otra incertidumbre del sector radica en el futuro del acuerdo firmado entre el Estado y la industria automotriz a principios de mayo para establecer metas más ambiciosas para la adopción de vehículos cero emisiones.

Por último, los dirigentes del sector se preguntan si la política proteccionista contra China, que llevó a Macron a excluir a los modelos asiáticos de los subsidios del Eco Bonus, continuará.

El plan ofrece hasta 5.000 euros de financiación para la compra de nuevos coches de cero emisiones con un precio inferior a 47.000 euros.

En respuesta a la importante afluencia de importaciones de vehículos eléctricos asiáticos, Macron excluyó a los modelos chinos de este beneficio.

Sin embargo, Macron no anticipó posibles represalias de Xi Jinping, como la imposición de impuestos al coñac , uno de los productos más exportados de Francia a China, lo que desató una guerra comercial que afectó a varios productores locales.

¿Qué le espera a Francia tras la victoria del NPF?

La coalición victoriosa representa una mezcla de partidos que van desde el centroizquierda hasta la izquierda radical, incluidos socialistas, verdes, comunistas y el movimiento Francia Unbowed (LFI) .

A pesar de la superioridad numérica del NPF sobre otras facciones, el panorama político revela una distribución de poder fragmentada, sin que ningún grupo logre la mayoría absoluta de 289 escaños necesarios para formar un gobierno.

Si bien los líderes del NPF reconocen que el resultado electoral se debe a un esfuerzo colectivo, están surgiendo diferencias significativas sobre cómo gestionar la fase posterior a las elecciones.

Sin una mayoría absoluta, algunos miembros argumentan que su coalición debe buscar el apoyo de otros partidos, como la alianza Ensemble del presidente Emmanuel Macron.

Raphaël Glucksmann , una figura emergente del Partido Socialista de centroizquierda, subraya la necesidad de que los oponentes se unan y lleguen a acuerdos, similar a lo que ocurre en otras partes de Europa.

En consecuencia, François Hollande, ex presidente socialista de Francia y ahora diputado electo, sugiere que el NPF podría buscar alianzas con otros grupos, a pesar de reconocer los desafíos inherentes a esta estrategia.

Por otro lado, Jean-Luc Mélenchon, líder del partido de izquierda radical LFI, descarta colaborar con el bloque de Macron y aboga por que su facción tenga la posibilidad de nombrar a su propio primer ministro y gobernar de forma independiente.

De manera similar, los líderes del NPF están presionando al presidente para que le dé a su alianza la primera oportunidad de formar un gobierno y proponer un primer ministro para compartir el poder con él.

Tras los resultados, el actual primer ministro, Gabriel Attal, presentó esta mañana su dimisión, que Macron se negó a aceptar.

Al no haber conseguido la mayoría de votos, Macron podría intentar formar un gobierno conjunto con la izquierda moderada, a pesar de que Francia carece de una tradición de ese tipo de acuerdos.

Sin embargo, el presidente pidió a Attal que permanezca en el cargo por ahora para garantizar la estabilidad del país.

Hubo una notable discrepancia entre las elecciones parlamentarias nacionales y las de la Unión Europea, ya que las facciones ganadoras eran grupos totalmente opuestos.

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