Hace 19 años Hyundai celebra “El Desierto de los Niños”, una travesía solidaria por Marruecos.
Ya son 14 ediciones en las que participa Santiago de la Rocha, Press Senior Manager de la firma, y todavía se sorprende en cada una como si fuera la primera vez.
En diálogo con Portal Movilidad España el ejecutivo relata cómo la emoción inundaba su cuerpo a lo largo de los kilómetros recorridos.
“Innovamos siendo la primera marca que bajamos con un SUV no 4×4 en estas dunas y este año quisimos ir más allá llevando el primer coche eléctrico”, comenta el ejecutivo.
Luego de haber frenado la iniciativa durante dos años por la pandemia, en 2023 la decimoséptima edición tuvo lugar en Semana Santa.
Han participado 161 personas, de las cuales 48 eran niños menores de 14 años.
Todos ellos embarcados en 46 vehículos encabezados por el Hyundai IONIQ 5 100% eléctrico.
A lo largo de siete días han realizado casi 2.000 km por territorio marroquí en una “semana repleta de anécdotas y enriquecedoras vivencias”.
El recorrido comenzaba y finalizaba en Tánger.
Ese fue el punto de embarque y desembarque de la caravana, que ha ido acompañada en todo momento de un camión con un generador a combustión para brindar apoyo al vehículo de cero emisiones.
Un dato no menor: el mismo nunca fue utilizado.
“Buscamos en todo momento demostrar que la electrificación es imparable y pudimos hacerlo. Era una contradicción alimentar el coche con energía diesel, lo teníamos allí por emergencias y nunca lo bajamos”, relata de la Rocha.
La planificación del recorrido fue un poco más cuidada que en otras ediciones.
Previamente el equipo de Hyundai contactó con todos los hoteles en los que se iban a realizar paradas para que tengan listo un cargado trifásicos para alimentar la batería que cuenta con una autonomía de hasta 507 km en ciclo mixto.
Asimismo, una cuestión que no pasa por alto en el relato es que toda la energía que ha consumido IONIQ 5 ha sido recargada en enchufes locales.
Ya fuese de la red de recarga rápida marroquí (de 50 kW) o en los diferentes complejos turísticos en los que frenaban.
Con estos sistemas, el coche tardaba entre 4 y 5 horas cada noche en volver a tener la batería al cien por cien de su capacidad, o una hora y media en las paradas de ocasión en los puntos públicos.
“Nos decían que estábamos locos de irnos al desierto con un modelo 100% eléctrico cuando en España es complicadísimo llegar de Madrid a Barcelona”, menciona Santiago de la Rocha.
A lo que agrega: “Al final hemos demostrado que los retos hay que proponerlos y que con esfuerzo se consiguen. La gente ha quedado impresionada y alucinada con este hito”.
Cómo prueba piloto todo ha salido mejor que lo planteado previo a la travesía.
Claramente, el Hyundai IONIQ 5 ha sido la estrella del Desierto de los Niños este año.
Desde la empresa se reconoce que el modelo sorprendió al rodar sin ningún tipo de problema por las arenosas y pedregosas pistas del sur de Marruecos.
Tuvieron jornadas de casi 200 km sin pisar asfalto y el coche ha podido con eso y más.
De cara a la edición número 20 de la travesía el ejecutivo adelantó a este medio que se buscará duplicar la apuesta.
“En 2024 habrá que bajar dos o tres vehículos 100% eléctricos al menos. El primer reto ya lo cumplimos. Quedarse solo con uno ya no tiene gracia”, admiten entre risas.
Pero no todo en este viaje corrió en torno al desempeño de la electromovilidad en las dunas.
El trasfondo de esta tradición de Hyundai, que ya cuenta con casi un decenio, es mucho más profunda.
Más que solo motores
“Es un viaje absolutamente enriquecedor en todos los aspectos. Puedes verlo desde un punto de vista personal, solidario y turístico”, reconoce el ejecutivo.
Esta experiencia cuenta con un peso solidario muy fuerte y hasta puede decirse que es el principal motor de la misma.
Este año el foco estuvo puesto en la puesta en marcha del proyecto “Un bosque en el desierto”.
Se trata de una acción llevada a cabo por la Red de Concesionarios Hyundai y gracias a la cual se plantará un palmeral de 500 palmeras en la localidad de Fezzou.
Con esta iniciativa se busca ir un poco más allá de ayudar a los niños de la zona con materiales y/o escuelas, brindando una futura fuente de dátiles que generen un nuevo ingreso para esa recóndita zona.
“Cuando comenzó a realizarse esta acción hace 19 años simplemente era con el fin de demostrar que nuevo producto podía llegar allí, pero con el paso del tiempo todo esto se ha resignificado completamente”, admite De la Rocha.
Es así que la propuesta de Hyundai no solo se queda en una acción de responsabilidad corporativa, sino que ya se trata de mejorar desde su lugar la calidad de vida de las personas que viven en ciertas regiones de Marruecos.
Es así que además reflexiona:
“Es impresionante ver como las revisiones ópticas cambian la vida de las personas. Muchos nunca tuvieron acceso a algo tan común como unos anteojos y eso te hace valorar mucho más lo que tenemos”.
No solo ello: “Yo creo que todo el mundo tiene que tiene que aportar su granito de arena para mejorar la vida de la gente”.
El Desierto de los Niños este año repartió una gran cantidad de material escolar y deportivo en las zonas por las que pasó la caravana.
La mayor parte del material que transportaba el camión de Bujarkay se entregó a la asociación de discapacitados de Erfoud, con la que la Asociación Desierto de los Niños colabora desde hace unos años.
Además de las diferentes acciones que realiza la organización del viaje, uno de los trabajos de solidaridad más importantes es el que realizan las ópticas de la Fundación Alain Afflelou.
Este año han sido cinco las profesionales que han acompañado a la caravana, junto a una persona local de la Fundación.
Este año se han realizado más de 500 revisiones entre la población local, tanto niños como adultos.
Además a aquellas personas que requieran gafas, les serán entregadas durante los próximos meses por la asociación a los locales que han gestionado el trabajo de las ópticas.
“Esta experiencia nos hace darnos cuenta de los privilegios que tenemos. Llegas a casa y notas la suerte que tienes de haber nacido en España, tan solo a 500 kilómetros al sur de Marruecos”, sostiene.
Frente a lo que concluye:
“Todo esto nos lleva a ser más consciente de lo que tenemos, haciéndonos entender que tenemos que ayudar a la gente desde lo que podamos aportar”.
