El próximo 30 de abril, a tan solo una semana, concluye el plan de ayudas para la transformación de flotas de transporte de viajeros y mercancías, conocido en el sector como Moves MITMA.
Hasta el momento, no hay señales de que este programa continúe debido a la falta de presupuesto.
Esta subvención, gestionada por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha sido inicialmente dotada con 400 millones de euros, de los cuales se habrían asignado aproximadamente 386,9 millones de euros hasta 2023.
“La incertidumbre no es buena compañera. Cuanto antes se despejen las dudas, mejor para todos”, indica Stephane de Creisquer, CEO de MAN Truck & Bus Iberia, a medios locales.
De acuerdo al ejecutivo, no solo se debería prorrogar esta ayuda, sino que además sería necesario “limar algunas de sus ineficiencias para que tenga efectos reales y sirva para impulsar la electromovilidad”.
Según las cifras publicadas en marzo por el Ministerio a cargo de Óscar Puente, las solicitudes del Moves MITMA ya superan en 80 millones de euros el presupuesto asignado.
Esto demuestra un fuerte interés por parte de los operadores de autobuses y camiones en electrificar sus flotas.
Sin embargo, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) ha informado a Mobility Portal España que se debería priorizar la adquisición de vehículos cero emisiones.
Esto se debe a que, hasta ahora, los beneficiarios del Moves MITMA se han centrado más en el achatarramiento de coches que en la renovación de las flotas.
¿Qué se juega el sector si el Moves MITMA finaliza?
“Todos, absolutamente todos, nos jugamos mucho, tanto los propios fabricantes de vehículos como las empresas que se dedican profesionalmente al transporte por carretera”, enfatiza de Creisquer.
En España, el 94% del transporte de mercancías se realiza por carretera, siendo el 85% de estos envíos llevados a cabo por empresas españolas.
Durante el año 2023, se registraron 341 matriculaciones de vehículos pesados y 538 autobuses eléctricos, representando el 1,2% y el 14,3% respectivamente del mercado de coches electrificados en cada una de estas categorías.
No solo ello, sino que además el transporte pesado representa el 29% de las emisiones del transporte por carretera en España.
En este sentido, el CEO de MAN subraya que “España no se puede permitir prescindir de un MOVES”.
Esto cobra relevancia al tener en cuenta el nuevo reglamento de reducción de emisiones para vehículos pesados, camiones y autobuses aprobado recientemente por el Parlamento Europeo.
Este mantiene los objetivos de reducción de CO2 establecidos en la propuesta de la Comisión Europea, ya ratificados por el Consejo Europeo.
Esto implica pasar del 30% al 45% en 2030, 65% en 2035 y 90% en 2040 para vehículos pesados, así como una reducción del 100% para autobuses urbanos hasta 2035 y una meta intermedia del 90% para esta categoría en 2030.
“Si la flota de nuestro país no se descarboniza, en el futuro los transportes los realizarán empresas extranjeras (…) perdiendo así competitividad”, confirma.
Resulta extraño que se esté contemplando la discontinuidad del plan Moves MITMA, teniendo en cuenta que este se considera el año del transporte pesado.
Varias empresas europeas ya han anunciado que lanzarán al mercado el Megawatt Charging System (MCS), entre ellas, Kempower.
En diálogo con Mobility Portal España, Guillermo López Arias, Head of Sales para Iberia & LATAM de la empresa, ha adelantado que los primeros prototipos de la compañía finlandesa arribarán al mercado europeo a lo largo del 2024.
Estos equipos contarán con un satélite de alta potencia refrigerado por líquido con conectores de carga MCS y dos unidades de potencia de 600 kW.
La capacidad total de la primera entrega de la solución será de 1,2 MW.
Actualmente, muchos de los camiones eléctricos que ya circulan por las carreteras españolas recargan en sus cocheras, generalmente durante la noche.
No obstante, para impulsar la electrificación de este sector será necesario contar con cargadores públicos que permitan cargar los coches durante el tiempo de descanso obligatorio de los transportistas.
Para que las empresas de logística puedan hacer la transición a la movilidad eléctrica, necesitarán no solo incentivos, sino también una red de recarga que les garantice la posibilidad de llevar a cabo sus rutas con seguridad y tranquilidad.
En este contexto, el Reglamento Europeo de Infraestructuras para Combustibles Alternativos (AFIR), que se hizo obligatorio y directamente aplicable en cada Estado miembro de la Unión Europea el pasado 13 de abril, resulta indispensable.
Este establece que, a partir de su entrada en vigor, todos los nuevos puntos en España deberán cumplir con los requisitos de la normativa, mientras que la infraestructura existente no se verá afectada hasta diciembre de 2026.
A partir del 1 de enero de 2027, también se requerirá la modernización de las estaciones más antiguas con una capacidad de carga de 50 kW o superior.
En la actualidad, el país cuenta con 30.350 cargadores instalados, de los cuales, 1.923 tienen una potencia que oscila entre 50 kW y 250 kW, y 587 superan los 250 kW.
Para el año 2027, se necesitará que el territorio duplique la cantidad de estaciones públicas de recarga, y para el 2030, deberá contar con un número de cargadores diez veces mayor al actual.
