Hace una semana Mobility Portal España adelantaba al sector eMobility la llegada de una nueva convocatoria pública del Ayuntamiento de Madrid.
A la par del lanzamiento del anuncio de la administración, detallamos los pormenores del concurso que permitirá colocar y gestionar 47 puntos de recarga en la calle de la Pirotecnia n.º 47.
En este contexto, Borja Carabante, Delegado del Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, explica:
“Ya publicamos la licitación, la cual trata de una concesión por la que se solicita una capacidad mínima que podrá mejorarse en un futuro, pagando un canon al Ayuntamiento para poder tener la operación de dichos puntos”, comenta.
Específicamente Madrid dentro de su estrategia de electromovilidad ha lanzado un total de tres contratos:
- Dos de instalación de puntos de recarga en plazas de estacionamiento ordinarios de la ciudad de Madrid.
- Uno para la ejecución de la electrolinera de la calle pirotecnia, con un total de 47 cargadores.
En cuanto a este último, el pliego de condiciones establece que el concesionario podrá explotar la parcela para ubicar los componentes asociados a la instalación de suministro (centro de seccionamiento, centro de transformación, cuadros de baja tensión) y los equipos de recarga necesarios para permitir la recarga simultánea de 42 vehículos categoría M y 5 vehículos categoría N1 y N2.
La concesión, que no afecta en ningún caso a la naturaleza pública de la ubicación, se otorgará por un plazo de 15 años, a contar desde su formalización, con la posibilidad de establecer una prórroga de cinco años más.
El contrato se prorrogará automáticamente si ninguna de las partes lo denunciara al menos dos meses antes de finalizar el plazo.
Y, una vez finalizado el plazo de la concesión y sus posibles prórrogas, la parcela revertirá al Ayuntamiento.
Pero esto no será todo, según adelanta Carabante:
“Si hay mucha competencia estamos en disposición de poder sacar otras parcelas para realizar estos hub de recarga eMobility”.
Desde la administración se encuentran en la búsqueda constante de plazas que cuenten con dos características claves:
- Está en el centro de las ciudades.
- O se ubiquen cercanas a las carreteras.
“Esta acción nace con la intención de terminar con el círculo vicioso según el cual no hay coches eléctricos, porque no hay donde cargarlos”, menciona el funcionario en diálogo con este medio en el marco del Global Mobility Call.
Es en este sentido que la ciudad de Madrid avanza sobre la electromovilidad como una solución para la movilidad urbana y abriéndose camino en ella con la instalación de estas nuevas “superestaciones”.
La licitación de Madrid a fondo
El pliego emitido por la capital madrileña establece que se buscan potencias de todo tipo.
El titular de la concesión costeará la adquisición, instalación, puesta en servicio, explotación y conservación de la instalación eléctrica y de los equipos.
Es así, que bajo la premisa de la variedad de oferta, la nueva estación estará dotada de los equipos necesarios para permitir la carga simultánea de:
- 42 vehículos de categoría M, en corriente continua, con equipos que permitan la recarga a cada vehículo con potencia máxima de salida no inferior a 50 kW.
- 5 vehículos de categoría N1 y N2, en corriente continua, con equipos que permitan la recarga a cada vehículo con potencia máxima de salida no inferior a 150 kW.
Otro dato no menos incluido en el pliego es que los concesionarios deberán mantener abierta la estación todos los días del año.
Esta empresa también deberá asumir el mantenimiento y las revisiones periódicas de las instalaciones, así como la realización de las inspecciones previstas legalmente.
Asimismo, entre las obligaciones establecidas por parte del Ayuntamiento al adjudicatario se incluye que éste actúe como operador de los puntos de recarga rápida, con libre acceso al público.
Los puntos de la nueva estación de Madrid tendrán que estar conectados a una plataforma central que permita su monitorización y la gestión de los servicios de recarga en tiempo real e implemente mecanismos de vigilancia, seguridad y asistencia inmediata.
Y no solo ello, cada cargador deberá incorporar un mecanismo que permita la utilización del equipo y el pago con tarjeta de crédito, sin necesidad de utilizar ningún otro elemento (aplicaciones móviles, tarjetas identificativas…).
