Tras una reunión entre la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato Comité Europeo y la dirección mundial y continental que se llevó a cabo este 26 de marzo en Dunton (Reino Unido), se ha dado a conocer la asignación de producción de un vehículo de pasajeros.
“Esta noticia nos generará mucha calma para negociar, lo importante está conseguido. Ahora queda esperar la llegada del vehículo, ver cuántas unidades son, cuánta gente va a requerir a nivel de empleo”, señala Carlos Faubel, Secretario General de la UGT-Ford.
La cita estuvo encabezada por el presidente global de la empresa, Jim Farley quien junto a dicho anuncio, devolvió calma al terreno español que se encontraba exigiendo respuestas ante un panorama repleto de incógnitas.
Es que actualmente el coche eléctrico genera incertidumbre, a lo que se le suma que el próximo 17 de abril la furgoneta Transit se dejará de producir, quedando el modelo Kuga como el único a fabricar en Almussafes.
Lo cierto es que Ford estaba “trabajando en una alternativa para solucionar el problema”. Así lo manifestó el vicepresidente de Ford Europa, Kieran Caghill durante un encuentro que mantuvo con el sindicato en febrero.
La serie de indefiniciones que asomaban en la planta valenciana, comienzan a despejarse y aunque todavía quedan puntos a resolver, se configura “un futuro esperanzador”.
En este sentido, el próximo 10 de abril tendrá lugar otra reunión en Colonia con el objetivo de profundizar en las principales características de esta adjudicación.
¿El nuevo vehículo de Ford Almussafes será 100% eléctrico o híbrido?
Según adelanta Faubel a Mobility Portal España, el nuevo coche que se fabricará en la factoría de Valencia puede que sea un modelo u otro, pero que la decisión responderá a un estudio de mercado.
En este marco, el representante, indica: “Es importante que el modelo funcione dentro de España y cubra las demandas”.
Hasta el momento, en el país, los coches eléctricos aún no logran consolidarse, aunque si se observa una gran penetración de los híbridos, debido a la implantación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en el territorio.
Un antecedente semejante es el que se dio con Renault, que al desarrollar un estudio del mercado español y sus respectivas demandas, la empresa decidió asignar los modelos de coches híbridos a España, mientras que los 100% eléctricos fueron para Francia.
La firma del rombo solo fabrica térmicos e híbridos en sus dos plantas españolas: Palencia (Megane, Austral, Espace, Rafale) y Valladolid (Captur).
«Si el mercado no avanza, para qué voy a fabricar vehículos eléctricos en España», se preguntaba José Vicente de los Mozos, el ex máximo responsable de Renault España en una entrevista a EFE hace algunos años.
Allí, hacía referencia a los tiempos del país en comparación con otros estados del continente en relación al despliegue de infraestructura de recarga.
Aunque hubo avances, España todavía está lejos de sus objetivos
Actualmente el país se encuentra lejos de cumplir los objetivos establecidos en el PNIEC y en el Fit for 55.
De los 45.000 establecidos como meta para 2023, se alcanzaron cerca de 30.000 puntos de recarga, aunque 9.000 de estas infraestructuras todavía no están operativas.
Es por ello que los desajustes que conlleva la problemática son cada vez más visibles.
Así lo determinó recientemente José López-Tafall, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) en diálogo con este medio:
“Nos hemos quedado muy lejos de esos 45.000 puntos de recarga marcados para lograr los objetivos del PNIEC para 2030 y este año la exigencia aumenta hasta los 64.000, dos veces la red de infraestructura actual”.
