El cónsul general de China en Barcelona, Hu Aimin, ha revelado que las conversaciones entre el país asiático y la empresa automovilística Chery para establecer una fábrica en Cataluña serán extensas y complejas, dada la magnitud de las inversiones involucradas.
Durante una rueda de prensa celebrada en el Consulado General de China en Barcelona, Hu Aimin expresó su deseo de que las negociaciones arrojen resultados positivos, pero subrayó la necesidad de múltiples rondas de diálogo.
A su vez, elogió el reciente viaje a China del conseller de Empresa y Trabajo de la Generalitat, Roger Torrent, como un «muy buen comienzo».
Durante la visita, Torrent se reunió con altos ejecutivos de Chery, y la empresa expresó un «alto interés» en colaborar para establecer una fábrica en Cataluña.
Sin embargo, el cónsul advirtió que este proyecto no será fácil de concretar a corto plazo.
El cónsul lamentó la reciente decisión de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, de abrir una investigación contra China por supuestas ayudas ilegales a la producción de vehículos eléctricos.
Hu Aimin considera que esto distorsiona el mercado de la Unión Europea y calificó la medida como una «práctica desleal».
Anticipó que las medidas restrictivas adicionales planeadas por la UE dificultarán aún más el establecimiento de la fábrica de Chery en Cataluña.
En respuesta a estas tensiones comerciales, Hu Aimin reivindicó el diálogo como el medio para reducir las discrepancias.
Insistió en que China es un socio confiable e indispensable para la UE, capaz de abordar los desafíos globales y resolver los problemas que enfrenta Europa.
El cónsul expresó su deseo de ampliar la colaboración y realizar «esfuerzos conjuntos para mantener la estabilidad y la seguridad en las cadenas industriales y de suministro» entre China y la UE.
Asimismo, lamentó la reciente rebaja de la perspectiva sobre la calificación crediticia soberana de China por parte de Moody’s Investors Service.
En este sentido defendió la tendencia de crecimiento económico del país sigue siendo positiva, según indican pronósticos de instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Chery y el acuerdo de intenciones
El acuerdo de intenciones lo firmaron el director general adjunto de Chery International, Xhu Shaodong, y el consejero delegado de BTech, Rafael Ruiz.
El objetivo inicial de la automovilística sería montar unos 50.000 vehículos anuales de la marca Omoda, que llegarían por piezas a la planta.
Chery aterrizó en Cataluña el pasado 27 de octubre, cuando mostró interés por los terrenos, ubicados en suelos del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB).
Solo cuatro días antes del fin previsto del proceso de reindustrialización, lo que provocó que finalmente quedara fuera al no tener tiempo de presentar su propuesta.
Aunque la mesa de reindustrializacion vio positivo el interés de dicha compañía por temas legales y jurídicos de la licitación, decidió “no aplazar más el proceso y mantener el calendario establecido”.
El D-Hub, liderado por QEV Technologies y BTech, se convirtió días después en el único candidato para el arrendamiento de los terrenos de Nissan porque su propuesta fue la única que presentó la documentación requerida en tiempo y forma.
A mediados de noviembre, representantes de la empresa viajaron a Cataluña para firmar un acuerdo de colaboración para facilitar su instalación con Foment del Treball y la Unió Patronal Metal·lúrgica (UPM).
En ese viaje, visitaron diferentes suelos en Cataluña que podrían acoger la fábrica que planteaba la empresa y que tenía como objetivo construir 300.000 vehículos al año.
Antecedentes de las negociaciones
Una década después, la automovilística Chery vuelve a interesarse por Cataluña.
En 2010 los ejecutivos de la firma china se llegaron a reunir con el entonces presidente de la Generalitat, José Montilla, pero el acercamiento quedó en nada.
Ahora, la compañía ha vuelto a poner sus ojos en la región.
El presidente de la organización asiática, Yin Tongyue, se ha reunido el 28 de noviembre con representantes de la Generalitat y Foment del Treball en la capital catalana.
Los planes de Chery pasan por fabricar 300.000 coches eléctricos en una primera fase. Con esta producción surtiría a Europa, Latinoamérica y África.
En una segunda fase, la actividad alcanzaría las 600.000 unidades.
