En su hoja de ruta sobre el suelo español, la empresa traza un plan de expansión que se focaliza en la zona del litoral mediterráneo por su estratégica ubicación, pero que hoy en día cuenta con escasa cobertura.
Entonces, ¿cuál es una de las principales barreras contra las que Ionity debe dar batalla?
Aquí es donde aparece un proyecto que la empresa anhela ejecutar: cubrir la autopista mediterránea que une la frontera de Francia con el sur de España.
“Esta carretera es del Estado, pero el problema es que las concesiones duran solo 5 años. La situación nos complica porque nuestras inversiones son muy grandes y en ese tiempo no llegamos a recuperarlas, por esa razón no tiene sentido invertir ahí”, explica Allard Sellmeijer, Country Manager de la compañía.
El propósito de Ionity es apostar en estas zonas de este estilo mediante “proyectos grandes de recarga ultrarrápida”. De esta manera, pretenden derribar la objeción de los usuarios al momento de comprar un coche eléctrico.
Es por eso que Sellmeijer afirma: “Queremos demostrar que aquellos que viajan a largas distancias tendrán disponible una red de recarga que responderá”.
Una normativa que marca el camino hacia un transporte más sostenible
Recientemente, la Unión Europea implementó el Reglamento sobre Infraestructuras de Combustibles Alternativos (AFIR, por sus siglas en inglés), marcando un hito en la transición hacia el mundo eMobility.
En este marco, la organización Transport & Environment (T&E) analizó el estado actual de la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en España. Los datos relevados mostraron que cumplir con las normativas AFIR para 2025 requerirá duplicar la potencia de recarga desplegada.
Uno de los puntos destacados en el análisis es la necesidad de considerar la diversidad geográfica y demográfica de España al diseñar el plan.
La densidad demográfica, las distancias entre localidades, los tipos de edificaciones y las zonas de alta afluencia durante los periodos estivales son factores críticos que deben ser tenidos en cuenta.
Además, se destaca la importancia de desarrollar estrategias específicas para facilitar la electrificación en el medio rural, así como en las zonas turísticas, donde la demanda de recarga podría experimentar picos estacionales significativos.
Para garantizar el éxito del plan, es imperativo que se fomente la colaboración entre el gobierno, empresas del sector y la sociedad civil.
“Es fundamental que a nivel nacional se facilite la implantación de estas infraestructuras de recarga, de lo contrario puede ser muy difícil, sobre todo en zonas rurales. Todo se obstaculiza por la burocracia”, indica el Country Manager de Ionity.
El modelo de negocio estratégico que impulsa Ionity
Actualmente, la compañía cuenta con más de 600 estaciones de recarga ultrarrápida que se extienden a lo largo y ancho de Europa.
Por su parte, en Iberia disponen de unos 50 enchufes “porque el mercado eMobility de España y Portugal aún no se ha desarrollado como en otros países del continente”.
La empresa tiene un modelo de negocio establecido donde el diseño de sus estaciones se divide en tres tipos: small, medium y large.
Las primeras y las más pequeñas son las que comúnmente se ven en el país. Estas poseen entre tres y seis cargadores, todos con hasta 350 kilovatios de potencia.
Mientras tanto, las de mayor tamaño y que podrían concretarse en el corto o medio plazo, rondan los 24 cargadores.
Lo cierto es que Ionity espera incrementar el número de enchufes disponibles en el país, incluyendo ciudades como Madrid y Barcelona.
En este sentido, Allard Sellmeijer, revela: “Estamos trabajando con el Ayuntamiento de Barcelona en busca de diferentes oportunidades con el objetivo de complementar los puntos de recarga ultrarrápida en la ciudad”.
Con la mirada puesta en la articulación entre el sector público y privado
Para el ejecutivo, ambas esferas, tanto la pública como la privada, “son complementarias”.
Para ejemplificar las posibilidades que se desprenden de este nexo, precisa:
“Vemos muy interesante lo relacionado a larga distancia, así como el tráfico local, como lo son los taxis. Estos coches muchas veces trabajan 24 horas al día y no tienen tiempo para una recarga normal, entonces nuestra infraestructura es una solución a este tipo de necesidad”.
Un informe realizado por la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) desprende que el sector del taxi “representa una de las oportunidades de electrificación más prometedoras”.
Ahí se halla un plan de electrificación de la flota de taxis que contempla entre otras estrategias un “plan de despliegue de infraestructura pública de recarga rápida en las principales ciudades españolas”.
“Permitiría que aquellos vehículos que realizan actividad durante todo el día puedan tener disponibilidad de carga en un plazo corto y la electrificación sea viable y beneficiosa para ellos”, enseña AEDIVE.